Cada año se producen nueve millones de nuevos casos y
1,5 muertes por tuberculosis en todo el mundo, según los últimos datos
recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce que
ambos indicadores están disminuyendo lentamente. Sin embargo, alertan de que ya
son cerca de medio millón los pacientes que desarrollan resistencia a múltiples
fármacos.
Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis que se
celebró este martes 24 de marzo, este organismo de Naciones Unidas ha
reconocido que el mundo está "más cerca" de conseguir uno de los
objetivos de Desarrollo del Milenio, que consistía en reducir la propagación de
la tuberculosis en 2015.
El 80 por ciento de los casos se concentran en 22
países y más de la mitad (56 por ciento) se producen en el Sudeste asiático y
el Pacífico occidental. Sin embargo, la mayor tasa de afectados se registra en
África, con 280 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en 2013.
Algunos países están experimentando una importante
disminución de los casos, mientras que en otros los datos están cayendo más
lentamente. Lo mismo sucede con la tasa de mortalidad, que se ha reducido un 45
por ciento entre 1990 y 2013. De hecho, la OMS asegura que desde el año 2000 se
han salvado cerca de 37 millones de vidas gracias a los avances en el
diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
SEGUNDA CAUSA DE MUERTE
Sin embargo, ha incidido este organismo en su página
web, la tuberculosis sigue siendo la segunda causa de muerte por un único
agente infeccioso, sólo superada por el sida, de ahí la necesidad de que toda
la comunidad internacional y los agentes sociales lancen una estrategia para
"tratar y curar a todos los pacientes que están enfermos ahora".
Actualmente más del 95 por ciento de las muertes por
tuberculosis se producen en países de bajos y medios ingresos, y se encuentra
entre las cinco primeras causas de muerte en mujeres de 15 años a 44 años.
Asimismo, se estima que en 2013 se produjeron 500.000 casos en niños, de los
que unos 80.000 acabaron falleciendo.
Para combatir estos datos, la OMS defiende que una de
las claves pasa por mejorar el acceso a medicamentos eficaces en las
comunidades más afectadas, ya que el tratamiento inadecuado de esta enfermedad
es la causa principal de la multiresistencia a fármacos.
USADOS DESDE HACE DÉCADAS
Los tratamientos antituberculosos más convencionales
se llevan usando desde hace décadas y la resistencia a muchos de ellos se ha
generalizado. De hecho, la OMS asegura que ya se han detectado cepas a un único
fármaco en todos los países afectados.
Sin embargo, en muchos casos se está produciendo la
resistencia a más de un medicamento, generalmente a la isoniazida y la
rifampicina, los más habituales. Según los datos de 2013, en ese año se
registraron 480.000 casos de multiresistencia, más de la mitad en la India,
China y Rusia.
Estos pacientes no responden bien al tratamiento
estándar de primera línea y, según lamenta la OMS, los tratamientos de segunda
línea son "limitados y no siempre están disponibles", lo que hace que
en muchos casos se recurra a una quimioterapia prolongada, una opción "más
costosa y que puede generar reacciones adversas graves".
Ante esta situación, este organismo de Naciones Unidas
insiste en mejorar el tratamiento de la población más vulnerable para evitar
estas resistencias, y recuerda que uno de los grupos más afectados son los
pacientes con VIH, que con la tuberculosis forma una "combinación
letal".
De hecho, asegura que las personas con VIH tienen un
riesgo entre 26 31 veces mayor de desarrollar tuberculosis, lo que hace que al
menos un tercio de los afectados por VIH están coinfectados. Asimismo,
aproximadamente el 25 por ciento de las muertes en afectados por VIH están
causadas por la tuberculosis, de ahí que la OMS insista en mejorar el
diagnóstico y tratamiento en este colectivo.
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