jueves, 24 de septiembre de 2009

La TH en cáncer de próstata eleva el riesgo cardiovascular

Un estudio coordinado por Mieke van Hemelrijck, del Kings College de Londres, indica que la terapia hormonal que se emplea en el tratamiento del cáncer de próstata avanzado se asocia con una aumento de las posibilidades de desarrollar problemas cardiacos. Algunos estudios ya habían sugerido la posibilidad de que la terapia hormonal elevara el riesgo cardiovascular, pero el trabajo que se presentó ayer martes en el XXXIV Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica y el XV de la Organización Europea del Cáncer, confirma esta teoría.

Riesgos y hospitalización
El análisis se ha llevado a cabo en 30.642 hombres con tumor de próstata avanzada o metastásico que recibieron terapia hormonal como tratamiento inicial durante el periodo comprendido entre 1997 y 2006. Se siguió a los participantes durante tres años.

El grupo de Van Hemelrijck calculó el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria isquémica, infartos agudos de miocardio, arritmias e insuficiencia cardiaca, que necesitaran hospitalización. También se valoró el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares y se compararon estos datos con la mortalidad de otros pacientes oncológicos de Suecia.

La mayor parte de los pacientes siguió uno de los tres tratamientos hormonales convencionales y el 38 por ciento una combinación de dos: "Hemos visto que los pacientes con cáncer de próstata tratados con terapia hormonal tienen un riesgo elevado de sufrir algún problema cardiovascular y son más propensos a morir por esas causas".

Porcentajes superiores
Así, los enfermos que siguieron un tratamiento hormonal tenían un 24 por ciento más riesgo de infarto agudo de miocardio no fatal, un 19 por ciento más riesgo de arritmias, un 31 por ciento más de enfermedad cardiaca isquémica y un 26 por ciento más de insuficiencia cardiaca. El riesgo de infarto agudo de miocardio mortal fue del 28 por ciento, el de mortalidad por causas cardiacas, un 21 por ciento mayor, el de insuficiencia cardiaca, un 26 por ciento, y el de arritmia, un 5 por ciento.

Los análisis más detallados muestran que el riesgo de los antiandrógenos es del 5 por ciento si se compara con el 34 por ciento de los agonistas de la liberación de la gonadotropina; el de enfermedad coronaria isquémica era del 13 por ciento en el grupo antiandrógenico frente al 30 por ciento del de los agonistas de liberación de la gonadotropina.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Incremento de Infarto por culpa del aire contaminado

Inhalar la polución del aire más de dos horas provoca un incremento significativo de la tensión arterial diastólica, el valor mínimo de tensión arterial cuando el corazón está en diástole o entre latidos cardiacos.
Investigadores de la University of Michigan Health System, en Estados Unidos, han comprobado que el aire que respiramos puede ser un catalizador invisible de ataques al corazón. Los resultados de su estudio han sido publicados en Hypertension.
"Aunque el incremento de la tensión arterial diastólica puede aumentar levemente los riesgos en personas sanas, en aquellas personas con problemas coronarios este pequeño incremento podría significar un ataque cardiaco", informa Robert D. Brook, autor del estudio. El objetivo de la investigación era identificar qué componentes del aire resultaban dañinos y en qué medida afectaban al sistema cardiovascular.

Para ello, 83 personas de Ann Arbor, en Estados Unidos, y Toronto, Canadá, se sometieron a un análisis para comprobar el nivel de polución que respiraban utilizando aire generado en un laboratorio de investigación móvil, similar al que se encuentra en un entorno urbano, cerca de una carretera.
"Observamos sus vasos sanguíneos antes y después de respirar altos niveles de polución", explica Robert Bard, del equipo de investigación. Comprobaron que los gases de ozono, conocidos contaminantes atmosféricos, no eran lo más dañinos, sino que partículas microscópicas con una décima parte del diámetro de un cabello humano eran las causantes de disparar la tensión arterial. Este aumento se produjo en 2 horas, mientras que el deterioro de la función de los vasos sanguíneos fue más tardío y duró 24 horas.
Estas pequeñas partículas se depositan en el fondo de los pulmones y pueden entrar en el torrente sanguíneo, causando una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo e incluso interrumpiendo las funciones del sistema nervioso.
"El estudio demuestra la importancia que tiene preservar la calidad del aire para la salud", explica Brook. "Si el nivel de contaminación es alto, los pacientes con enfermedades cardiacas, diabetes o neumopatías deben evitar las actividades al aire libre innecesarias", concluye.

http://cardiologia.diariomedico.com/

viernes, 4 de septiembre de 2009

A BEBER CERVEZA CARAJO....

Hay quienes buscan en la cerveza un modo de socialización, quienes ven en ella el componente perfecto para eliminar el colesterol malo, y también quienes investigan nuevas terapias médicas. Este último es el caso de José Manuel Martínez Martos, de la Universidad de Jaén, que ha realizado una investigación basada en la relación de esta bebida con el cáncer de mama. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada 30 segundos se diagnostica un nuevo caso de este tumor, y concretamente en España, al año se detectan más de 15.000, siendo el más común entre las mujeres y el que mayores tasas de mortalidad registra entre ellas.
El trabajo de Martínez se ha centrado en los beneficios de la cerveza con o sin alcohol en el cáncer de mama. "Es una bebida fermentada con un contenido alcohólico bajo, pero con una cantidad de compuestos que actúan como antioxidantes y fitoestrógenos no esteroides que son potencialmente beneficiosos frente al cáncer de mama".
El estudio se llevó a cabo induciendo el carcinógeno N-metil-nitrosourea (NMU) a ratas con cáncer de mama. Con esto conseguían un modelo de cáncer hormono-dependiente, en muchos aspectos similar a los tumores malignos diagnosticados con más frecuencia en las mujeres. Analizaron la capacidad de la cerveza, consumida moderadamente, para modificar diversos parámetros funcionales, endocrinos y de crecimiento tumoral.
La investigación se dividió en dos grupos: el de control y otro en el que los participantes fueron inducidos por el carcinógeno, subdivididos a su vez en los que ingerían agua, y cerveza con o sin alcohol. Finalizado el ensayo, los resultados mostraron que los tres grupos presentaban una incidencia tumoral y de mortalidad similar.
Sin embargo, se encontraron pequeñas diferencias entre el grupo al que se le suministró cerveza con alcohol y los sin alcohol: los tumores del primer grupo eran más pequeños, mientras que el periodo de latencia era más largo y el número medio de tumores por rata era menor que en el segundo grupo. Las funciones hepática y renal no se vieron afectadas por el consumo de cerveza, con o sin alcohol, y los niveles del colesterol LDL disminuyeron en ambos casos, aunque sin causa conocida.
Martínez destaca la función de la cerveza con alcohol al modificar el estado hormonal en los ratones con cáncer de mama, los niveles circulantes de estradiol, y con ello la relación estradiol-progesterona. Las mujeres con cáncer de mama desarrollan grandes cantidades de la hormona esteroidea, sin que exista ninguna modificación del estradiol, y por tanto, se pierde esta imprescindible relación.
"Las ratas que tenían cáncer y consumieron cerveza con alcohol presentaron niveles de estradiol mucho más bajo que los grupos de cerveza sin alcohol o agua; además, en estos animales, independientemente de la bebida consumida, aparecían niveles alterados de progesterona". Además encontraron que ciertos componentes de la cerveza podían actuar como fitoestrógenos y modificar la regulación neuroendocrina del eje hipotálamo-hipófisis-ovarios y promover así unos niveles adecuados de estradiol y progesterona, que frenen en cierta medida el desarrollo tumoral.
NUEVOS RETOS, NUEVAS INVESTIGACIONES
El desarrollo de cualquiera de estos estudios abarca numerosos factores que no se pueden recoger en un solo trabajo. Martínez Martos explica que "el papel preventivo de la cerveza frente al cáncer debe estudiarse desde un punto de vista más amplio, no sólo limitándose a su papel como antioxidante, ya que parte de su capacidad antitumoral puede deberse a efectos neuroendocrinos".
La labor de los antioxidantes, en general, "está de moda en muchos trabajos para la prevención de enfermedades, y es probable que tenga un papel importante, pero no pueden actuar solos". Hasta el momento los estudios sólo diferenciaban entre personas que bebían o no alcohol. Es importante distinguir entre el alcohol destilado o el natural (cerveza, vino, sidra), ya que el primero apenas contiene compuestos beneficiosos que puede presentar, por ejemplo, el santhumol, el antioxidante de la cerveza. "Ahora queremos saber cuál es la cantidad necesaria.
Es probable que sea inferior a las administradas hasta el momento para la prevención de enfermedades, con lo que podría suponer una disminución de los efectos secundarios". El próximo reto de Martínez Martos es la relación entre el santhumol y el cáncer cerebral: "Nos interesa discriminar cuáles son los compuestos realmente útiles para su uso en la medicina, para la prevención, pues los componentes naturales no tienen las cantidades suficientes para curar". A la espera de los nuevos resultados, los amantes de la cerveza tienen un motivo más para disfrutar de esta bebida, siempre sin excesos".

Tomado de DM