martes, 26 de agosto de 2014

Dosis más altas de antidepresivos se vinculan con conducta suicida en pacientes jóvenes

Según un estudio, tuvieron el doble de probabilidades de intentar autolesionarse si se les recetaba más de la dosis recomendada
JAMA Intern Med. Nota de HealthDay, 29 de abril, 2014
Cuando receten antidepresivos a adolescentes y adultos jóvenes, los médicos no deben comenzar con dosis altas de los fármacos, porque eso podría aumentar el riesgo de conducta suicida, sugiere una nueva investigación.
El estudio, que aparece en línea el 28 de abril en la revista JAMA Internal Medicine ( Antidepressant Dose, Age, and the Risk of Deliberate Self-harm. ), halló que los pacientes más jóvenes que iniciaron el tratamiento con dosis de antidepresivos más altas que las recomendadas tenían más del doble de probabilidades de intentar autolesionarse que los que fueron tratados inicialmente con los mismos fármacos a las dosis recomendadas más bajas.
"Si fuera un padre, definitivamente no querría que mi hijo comenzara con una dosis más alta de estos medicamentos", señaló el autor del estudio, el Dr. Matthew Miller, director asociado del Centro de Investigación sobre el Control de las Lesiones de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
Es probable que la investigación ofrezca información a un debate en curso en la psiquiatría: si es o no seguro recetar antidepresivos a los niños y a los adultos jóvenes.
En 2004, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. emitió una advertencia pública sobre el riesgo de suicidio en los niños y adolescentes tratados con una clase de antidepresivos conocida como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
La advertencia siguió a una revisión del gobierno, que halló que los jóvenes que tomaban los fármacos tenían el doble de probabilidades de intentar autolesionarse que los que tomaban tabletas de "placebo". La agencia amplió su advertencia de recuadro negro sobre los medicamentos en 2007 para incluir a los adultos menores de 25 años.
Sin embargo, las investigaciones más recientes han puesto en duda la idea de que los antidepresivos sean peligrosos para niños y adultos jóvenes.
Una revisión publicada en 2007 en la revista Journal of the American Medical Association concluyó que los beneficios de tomar antidepresivos superaban a los daños potenciales para los adolescentes y los adultos jóvenes.
Otro estudio, publicado en 2007 en la American Journal of Psychiatry, mostró que aunque las recetas de ISRS para jóvenes se habían reducido en un 22 por ciento desde la advertencia de recuadro negro de la FDA, los suicidios entre niños y adolescentes habían aumentado. Algunos expertos citan el hallazgo como prueba de que la advertencia de la FDA fue corta de miras, y que en realidad los medicamentos previenen los suicidios en los jóvenes.
Pero ningún estudio había observado el riesgo de suicidio según la dosis del medicamento, como hizo este último estudio.
Para la investigación, los autores del estudio extrajeron información de una gran base de datos de reclamaciones de recetas. El estudio incluyó a más de 162,000 pacientes de 10 a 64 años de edad con un diagnóstico de depresión que comenzaron a tomar un ISRS entre 1998 y 2010.
Los investigadores restringieron su análisis a los tres antidepresivos que se recetan más comúnmente: Celexa, Zolof y Prozac. Y separaron a los usuarios entre los que comenzaron con las dosis recomendadas de los medicamentos, y aquellos a quienes se recetaron dosis de los fármacos más altas de lo recomendado.
Las dosis normales eran 20 miligramos (mg) al día para Celexa, 50 mg al día para Zolof, y 20 mg al día para Prozac. Los pacientes a quienes se recetó inicialmente más de un fármaco fueron excluidos del estudio.
Casi el 18 por ciento de los pacientes del estudio comenzaron con dosis más altas, lo que contradice a las directrices médicas actuales.
Entonces, los investigadores revisaron los expedientes médicos de los pacientes para ver cuántos habían cometido actos deliberados de autolesión en un plazo de un año tras comenzar con los medicamentos.
Entre los menores de 24 años, los pacientes con las dosis más altas tuvieron una tasa de autolesión que era alrededor del doble de los que tomaban unas dosis más bajas. Durante el periodo del estudio, hubo 32 incidentes de autolesión por cada mil pacientes jóvenes que tomaban las dosis altas, mientras que hubo 15 de esos incidentes por cada mil pacientes que tomaban las dosis recomendadas.
Los investigadores también estimaron que los médicos observarían un caso adicional de autolesión por cada 136 pacientes más jóvenes tratados con las dosis de antidepresivos superiores a las recomendadas. Y el riesgo de intentos de suicidio pareció ser más alto en los primeros 90 días en que se tomaban los fármacos.
Pero los investigadores no hallaron un aumento significativo en el riesgo de autolesión según la dosis de los medicamentos en las personas mayores de 25, lo que sugiere que el efecto dependía de la edad.
Y no hubo un aumento en el riesgo de suicidio en los niños y adolescentes tratados con las dosis recomendadas de los fármacos.
El estudio fue observacional, lo que significa que los investigadores no pueden afirmar con certeza que la dosis del medicamento fue lo único que hizo que los pacientes jóvenes fueran más propensos a autolesionarse.
El Dr. David Brent, titular de la cátedra de estudios sobre el suicidio de la Universidad de Pittsburgh, dice que cree que quizá los pacientes mismos también presenten alguna característica que impulsó a los médicos a iniciarlos con una dosis más alta en primer lugar.
"Me parece que, suponiendo que no se trata simplemente de un error médico, hubo algo a lo que los médicos respondían: que el paciente presentara una mayor gravedad o antecedentes de que necesitaba dosis más altas para responder en el pasado", señaló Brent, quien escribió un comentario sobre el estudio pero no participó en la investigación.
Pero los investigadores de la Harvard no creen que ese sea el caso.
Miller dijo que el equipo observó los datos de cerca para intentar hallar diferencias que podrían explicar por qué a algunos pacientes les recetaron dosis más altas de los fármacos.
Entre los factores que tomaron en cuenta se hallaron qué tan recientemente se había diagnosticado depresión a los pacientes, si se les había diagnosticado como pacientes internos o ambulatorios, y si también tenían ansiedad o antecedentes de intentos de suicidio.
Casi no hubo diferencias entre los grupos de pacientes, aparte de las dosis de antidepresivos que se les recetaron inicialmente, indicaron los autores del estudio.
Los investigadores incluso realizaron una prueba estadística para calcular las probabilidades de que hubiera algún factor oculto que no tomaron en cuenta y que podría explicar las diferencias. La prueba mostró que eso era poco probable.
Brent se mostró de acuerdo, y añadió que la investigación debe animar a los médicos a optar por poco y a ir despacio con los pacientes jóvenes, como recomiendan las directrices clínicas, y aumentar la dosis solo si es necesario.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

El Trabajo
Miller M, Swanson SA, Azrael D, Pate V, Stürmer T.
Antidepressant Dose, Age, and the Risk of Deliberate Self-harm.
JAMA Intern Med. 2014;174(6):899-909. doi:10.1001/jamainternmed.2014.1053.

viernes, 22 de agosto de 2014

El plástico del agua embotellada no modificaría su calidad

El envase y las tapas de plástico de las botellas que contienen agua mineral no disminuyen la calidad de ésta, según ha comprobado el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). De la misma forma, se ha constatado que ni el formato del recipiente, cristal o plástico, ni el tiempo de almacenamiento influyen en el contenido del envase.
La investigación publicada en la revista Food Chemistry utilizó una muestra de 131 manantiales y tres tipos de agua potable preparadas apra 94 marcas que se venden en España. La mayoría de éstas no se aprecieron compuesto perjudiciales y en los casos en los que se detectaron fue por debajo de los límites nocivos para salud. Los científicos analizaron cinco tipos de ftalatos, el dietilhexiladipato (DEHA), el octilfenol, el nonilfenol y el bisfenol A (BPA), compuestos comunes en la fabricación de envases. Si éstos superan los límites que marca la legislación sobre materiales plásticos en contacto con los alimentos, estos materiales pueden tener efectos tóxicos en los órganos reproductores y en el sistema endocrino. La prueba fue realizada tanto inmediatamente después del envasado como transcurrido un año de alamacenamiento.
SIN RIESGO PARA LA SALUD
Un 5,6 por ciento mostraron resultados positivos de un total de 6.516 valores. Los compustos que se encontraron más frecuentemente fueron DEHP, vinculado con el tapón de los envases de vidrio, y el BPA, relacionado con los recipientes de policarbonato. Sin embargo, se aprecian en una medida poco significativa, muy por debajo de los máximos de ingesta total diaria.
Según ha explicado Silvia Lacorte, una de las investigadoras del CSIC participante en el estudio, "teniendo en cuenta la concentración de los compuestos y el consumo diario de agua envasada, la posibilidad de desarrollar problemas de salud debido a u ingesta es inexistente". Solo se ha encontrado que la presencia de gas en el agua puede potenciar levemente los procesos de migración de componentes del plástico o aditivos, relacionados habitualmente con el tipo de material.

http://www.correofarmaceutico.com/2014/08/19/al-dia/medicina/plastico-no-influiria-calidad-agua-embotellada

Una terapia con células madre muestra resultados prometedores para tratar el ictus

Según un estudio publicado en Stem Cells Translational Medicine, una terapia para el ictus utilizando células madre extraídas de la médula ósea de pacientes ha mostrado resultados prometedores en el primer ensayo en humanos.
Cinco pacientes recibieron el tratamiento en un estudio piloto realizado por científicos del Imperial College Healthcare NHS Trust y del Imperial College London (Reino Unido). La terapia utiliza un tipo de célula llamada CD34+, un conjunto de células madre de la médula espinal que produce células sanguíneas y células que recubren los vasos sanguíneos.
Los pacientes fueron tratados a los siete días de un ictus grave, a diferencia de otros ensayos con células madre, muchos de los cuales han tratado a los pacientes tras seis meses o más. Los investigadores creen que un tratamiento temprano puede incrementar las posibilidades de una mejor recuperación.
Se extrajo una muestra de médula espinal de cada paciente. Las células CD34+ fueron aisladas de la muestra y luego infundidas en una arteria que suministra sangre al cerebro. Todos los pacientes mostraron mejoras en las pruebas clínicas durante el periodo de seguimiento de seis meses. Cuatro de los cinco pacientes padecían un tipo de ictus muy grave. Seis meses después, estos cuatro pacientes seguían vivos y tres eran independientes.
"Este estudio muestra que el tratamiento parece ser seguro y muestra que es posible tratar pronto a los pacientes. Las mejoras observadas son esperanzadoras, aunque todavía es demasiado pronto para trazar unas conclusiones definitivas sobre la efectividad de la terapia. Necesitamos hacer más pruebas para calcular la mejor dosis y la duración del tratamiento antes de comenzar con ensayos más amplios", explica Soma Banerjee, del Imperial College Healthcare NHS Trust.
"Éste es el primer ensayo que aísla las células humanas de la médula ósea y las inyecta directamente en la región cerebral dañada utilizando técnicas mínimamente invasivas", señala Paul Bentley, del Imperial College London.


martes, 19 de agosto de 2014

El ejercicio físico excesivo está vinculado a un mayor riesgo de padecer un ataque cardiaco

El ejercicio físico excesivo está relacionado con un incremento de los ataques cardiacos, según un estudio realizado por Paul T. Williams del Laboratorio Nacional Lawrence Bekeley y Paul D. Thompson del Hospital Hartford (ambos en Estados Unidos).
La investigación, publicada en Mayo Clinic Proceedings, analiza la relación entre el ejercicio físico y las muertes por enfermedades cardiacas en una muestra de 2.400 pacientes que superaron un ataque cardiaco. Para el estudio, se utilizaron los datos de los National Walkers' and Runners' Health Studies. Los resultados confirmaron las conclusiones a las que habían llegado anteriormente otros investigadores, afirmando por lo tanto, que una práctica excesiva de la actividad física podría repercutir negativamente en el estado de salud.
El riesgo de muerte por ataque cardiaco fue de un 65 por ciento en pacientes que habían corrido menos de 42,8 km o andado menos de 74.km a la semana. Pero más allá de estos datos, mucho de los beneficios del ejercicio físico se perdieron.
Además, los autores afirman que los beneficios de correr o caminar no se acumulan indefinidamente y que por encima de un cierto nivel, unos 42,8 km a la semana, hay un aumento significativo del riesgo de sufrir una dolencia cardiaca. La realización de carreras competitivas también aumenta las probabilidades de padecer esta patología. Por ello, los autores advierten de que la práctica habitual de un ejercicio físico excesivo no es necesariamente beneficiosa para la salud sino todo lo contrario.
Los resultados de esta investigación coinciden con un estudio realizado en España que intentaba analizar las causas de las muertes que se producían entre las élites atletas, tomando como referente a 42.000 deportistas de diversos deportes, incluyendo entre estos a los que participaban en las Olimpiadas y en el Tour de Francia.
Carl "Chip" Lavie, Barry Franklin y James O'Keefe, autores del libro "Ejercicio para la salud y la longevidad frente al rendimiento máximo", también comparten esta misma teoría, destacando que "una de cada veinte personas tiende a realizar una actividad física exagerada", aunque también advierten de que diez de cada veinte no realiza el mínimo recomendado de actividad física. Por ello, en su libro se pueden encontrar indicaciones sobre las horas, la calidad y cantidad de ejercicio que se debería realizar para no excederse pero a la vez alcanzar el mínimo para tener una buena salud.


lunes, 11 de agosto de 2014

Guía NICE para Fibrilación auricular: La aspirina "no es lo mejor" para prevenir enfermedades cardíacas

El sistema de salud pública británico, el NHS, puso en duda los beneficios de la aspirina. El ácido acetilsalicílico se usa con frecuencia en pacientes con problemas cardíacos.
Sin embargo, las nuevas directrices del NHS de Inglaterra y Gales indican que los médicos deben utilizar fármacos más nuevos que la aspirina para tratar problemas comunes del corazón.
El Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia del Cuidado (NICE, por sus siglas en inglés) informó que los anticoagulantes como la warfarina son mejores para tratar a personas con fibrilación auricular, una arritmia cardíaca que aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).
No obstante, la warfarina se debe tomar bajo estricta supervisión médica pues puede ocasionar sangrado excesivo y malformaciones congénitas.
La fibrilación auricular (FA), que se caracteriza por latidos cardíacos irregulares, afecta a cerca del 1% de la población general, y al 8% de las personas mayores de 80 años.
Como esta enfermedad hace que el corazón no trabaje tan bien, se pueden formar coágulos que es lo que aumenta el riesgo de un ACV.
Nuevas generaciones
Durante decenas de años se ha utilizado la aspirina para prevenir ACV, pero cada vez más evidencia sugiere que los beneficios de este medicamento son muy pequeños comparado con otros tratamientos.
Las directrices británicas toman en cuenta los más recientes estudios y aconsejan cambiar la aspirina por otros medicamentos anticoagulantes más nuevos, pues consideran que así se evitarán miles de accidentes cerebrovasculares.
NICE también es consciente de los riesgos de la warfarina, por lo que indica que es posible utilizar anticoagulantes más nuevos que no requieran de supervisión médica constante.
Sin embargo, expertos advierten que si se siguen estas directrices, la aspirina se debe dejar de tomar de forma gradual y sólo siguiendo las indicaciones del doctor.
El profesor Peter Weissberg, director médico de la British Heart Foundation, dijo que "los ACV causados por fibrilación auricular son tan comunes como prevenibles, sólo si primero se identifica el ritmo cardíaco anormal y si se prescriben fármacos efectivos para evitar la formación de coágulos".
"Las nuevas directrices de NICE reflejan la evidencia de que la warfarina y los anticoagulantes más nuevos son mucho más efectivos que la aspirina para prevenir ACV", agregó.
"Esto no significa que la aspirina no sea importante y efectiva para prevenir infartos y ACV de otra índole".
Por su parte, el profesor Peter Elwood, experto de la Universidad de Cardiff, reiteró que la aspirina, "hay que dejar de tomarla poco a poco" si ese es el caso.

¿Cómo sé si tengo fibrilación auricular FA?
·         Una de las señales de la FA puede ser un pulso irregular.
·         Se sentirá más errático y la fuerza de los latidos puede variar.
·         La FA es más común en personas mayores de 55 años.
·         Si sospecha de FA, lo mejor es acudir al médico para que lo corrobore o descarte.
·         La FA es más común en personas con hipertensión y enfermedades del corazón.

Nota Original en http://bbc.in/1nQVgIL
Nota de los editores
la guía CG180 Atrial fibrillation (update): NICE guideline 18 June 2014 , está disponible en http://bit.ly/1l5ByZX

viernes, 1 de agosto de 2014

Aspirina no recomendada para la prevención primaria infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular (ACV)

La Agencia estadounidense del medicamento (FDA) anunció que tras la revisión de la información disponible, no se encontró evidencia que apoye el uso generalizado y el uso diario de aspirina 100 mg para la prevención primaria (posibilidad de sufrir un primer infarto agudo de miocardio o primer accidente cerebrovascular ) De hecho , existen riesgos graves asociados con el uso de la aspirina , incluyendo un mayor riesgo de sangrado gastrointestinal y hemorragia cerebral , en situaciones en que no se ha establecido el beneficio de la aspirina para la prevención primaria .
La evidencia disponible sólo apoya la utilización de aspirina en la prevención de otro IAM ó ACV en pacientes que ya presentan enfermedades cardiovasculares, como enfermedad arterial coronaria, angina o antecedentes de una operación de derivación coronaria o angioplastia coronaria, o quienes ya hubieran pasado por un IAM o un ACV (prevención secundaria). En estos pacientes que han padecido este tipo de eventos cardiovasculares, los beneficios conocidos de la aspirina para la prevención secundaria, disminuye el riesgo de sufrir otro episodio cardíaco, son mayores que el riesgo de sangrado.

http://www.fda.gov/Drugs/ResourcesForYou/Consumers/ucm390574.htm