miércoles, 20 de febrero de 2013

EL MAESTRO LAPORTE : HAY UNA EPIDEMIA DE SOBREMEDICACIÓN

Joan-Ramón Laporte tiene 64 años, es catalán y confeso admirador de su compatriota Juan Manuel Serrat, y del argentino Enrique Santos Discépolo. “La de Serrat es la mejor versión de Cambalache”, afirma el médico y farmacólogo barcelonés. Entrevistado por La Voz del Interior, se mete de lleno en el tema que lo apasiona: la alta incidencia del medicamento en la vida contemporánea y lo perjudicial que puede resultar para la salud personal y colectiva. Laporte enseña Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona y es director e investigador del prestigioso Instituto Catalán de Farmacología. “En realidad, al prestigio lo cimentó el laboratorio Merck, cuando exigió que nos retractáramos de nuestras conclusiones sobre los efectos colaterales del rofecoxib”, aclara, en alusión al antiinflamatorio no esteroideo muy comercializado en la década de 1990. “Nos negamos y, poco después, más precisamente a mediados de 1999, dicha droga debió ser retirada del mercado por razones de seguridad”. Laporte brindó una clase magistral sobre Medicamentos y Derechos Humanos, en la Secretaría de Graduados en Ciencias de la Salud, de la UNC. –¿Cuál es el nexo entre el medicamento y los derechos humanos? –Ese nexo empieza por la garantía universal de acceso a los medicamentos, pero continúa con el derecho a recibir el adecuado, y a no ser intoxicado por ellos. –¿Qué debe saber el paciente con respecto al fármaco que le están recetando? –El profesional debe informarle tres cosas. En primer lugar, para qué se lo prescribe; segundo, cómo debe ser suministrado (su posología, si debe tomarlo de día o de noche, antes o después de comer, en gotas o inyecciones, etcétera), y tercero, hasta cuándo debe usarlo. Son aspectos fundamentales, ya que muchos remedios sólo sirven para paliar síntomas de una enfermedad y hay que evitar la cronicidad del medicamento. –¿Cuáles son los peligros de la sobremedicación? –Desde el Instituto de Farmacología, en Barcelona, y otros centros afines, procuramos que los laboratorios y entes regulatorios hagan un seguimiento continuo del medicamento. En general, estos se prueban, se comercializan, se prescriben y punto. Lo que está fallando, o hay que reforzar, es la farmacovigilancia. El enfermo consume un fármaco mucho más tiempo que el que se tardó en obtener la autorización para su venta. Las contraindicaciones y secuelas son como una epidemia soterrada. ¿Cuántas veces escuchamos la frase “la medicina que tomaba lo curó de una cosa, pero lo enfermó de otra”? El remedio pasa por los controles. –La población sigue teniendo una visión muy favorable del medicamento. Le atribuye la mayor expectativa de vida. –Es verdad, ningún paciente quiere salir del consultorio sin una receta. Esto también está cambiando, por su alto costo y por el progresivo convencimiento de que salud y fármacos no son sinónimos. Está demostrado que la mayor expectativa de vida en Occidente se debe, en un 85%, a la sumatoria de genes, alimentación y ambiente. Estos dos últimos factores han mejorado mucho en los últimos 100 años. El 15% restante descansa en el sistema de salud. Y, de este porcentaje, los medicamentos se llevan sólo la mitad. Y vea la contradicción: en la actualidad, las personas que alcanzaron la mayor expectativa de vida son las de mayor riesgo, por la cantidad de pastillas que ingieren. En España, hay más de 400 mil ancianos que toman más de 12 medicamentos por día. –El médico tiene una gran responsabilidad en lo que prescribe. –Por supuesto. Pero el médico actual está programado para prescribir. Está “infoxicado” por los laboratorios, por Internet, por el entorno, por el temor a la demanda. Aun así, un profesional no puede olvidar la obligación de recetar por genéricos, esto es, poniendo el nombre original de la droga y no su presentación comercial. Eso abarata los precios. –Para ese profesional tampoco debe ser fácil abstenerse de recetar. Esto también implica riesgos. –Empecemos por hacer una diferenciación básica: una enfermedad de riesgo de una incurable. Es obvio que, ante estas últimas, el médico apele a todo lo que tiene a mano. Acá nos estamos refiriendo a las patologías más comunes, que son episódicas, recurrentes o crónicas, pero no son terminales. En este campo se ven las consecuencias de la sobremedicación. –¿Con qué tipo de drogas debemos tener más cuidado? –El grueso de las medicinas que se consumen son de mantenimiento. No curan, pero tampoco matan. Se indican para el colesterol, la hipertensión, la depresión, los problemas gástricos, dolores de todo tipo. Dentro de ese espectro, se puede hacer un ranking de las drogas que debemos consumir con cautela. El exceso de antiinflamatorios puede producir infarto de miocardio. Hay mucha hemorragia intestinal causada por anticoagulantes. También colitis seudomembranosa, por exceso de antibióticos. La resistencia bacteriana es una preocupación instalada. http://www.lavoz.com.ar/suplementos/salud/hay-epidemia-sobremedicacion

miércoles, 13 de febrero de 2013

Falta de conocimiento de la 'píldora del día después' en usuarias

Un estudio del COF de Valladolid señala que el 63 por ciento de las mujeres no conoce las contraindicaciones y el 57 por ciento las precauciones de uso. "Hacen falta más campañas de educación y concienciación sobre la píldora del día después (pdd), su uso, efectos adversos y contraindicaciones". Éste el llamamiento que hace Luis García Sevillano, farmacéutico de Valladolid y responsable de un estudio que ha realizado el COF dirigido a analizar el conocimiento actual de las mujeres que han tomado este fármaco.García Sevillano insiste en la importancia de hacer campañas sanitarias adaptadas al conocimiento que tienen las mujeres, "que es muy bajo". Y es que, según los datos del estudio, realizado en 234 usuarias que acudieron a la farmacia en busca del fármaco, el 63 por ciento de ellas no conoce las contraindicaciones (embarazo o hipersensibilidad al principio activo, levonorgestrel, o a los excipientes), el 57 por ciento desconoce las precauciones de uso (tomarla preferiblemente dentro de las primeras 12 horas) y el 42 por ciento, los efectos adversos (sangrado vaginal sin menstruación o fatiga). Pero este dato, "aunque preocupante", no es el que más ha llamado la atención a los autores, todos ellos farmacéuticos de Valladolid. Para ellos es más preocupante que casi el 56 por ciento de las mujeres había utilizado este fármaco en más de una ocasión. Para García Sevillano, "este dato hace pensar en que un elevado porcentaje de mujeres estaría utilizando este medicamento como un método anticonceptivo, cuando no lo es". De hecho, el estudio señala que el 18 por ciento de las mujeres no había utilizado ningún método anticonceptivo, "un porcentaje muy elevado", según el autor. Este dato constata la información publicada por CF tras conocer el aumento de las ventas de este fármaco en farmacias (ver CF del 15-X-2012). El resto de razones de por qué pedían la pdd fueron por "fallo del método anticonceptivo, en el 74 por ciento". Otro de los datos importantes es que el 61 por ciento de las usuarias que la utilizan por primera vez no sabía cómo tomarla. Sólo el hecho de haber utilizado la pdd previamente se asoció con un mejor conocimiento, y todo "gracias a la información aportada por el farmacéutico en su primera visita", apunta. Por todos estos datos, los autores creen que es necesario realizar campañas de educación insistiendo en el mensaje de que "no es un método anticonceptivo". Además, es importante que no sólo las mujeres, sino también los hombres, conozcan que tiene efectos secundarios y contraindicaciones, pero, sobre todo, "que sepan que este fármaco no protege de las enfermedades de transmisión sexual", destaca. Como informa García Sevillano, este estudio es el primero de uno más amplio que se está desarrollando entre el COF y el Centro de Farmacovigilancia dirigido a analizar las consecuencias del uso puntual y reiterativo de este fármaco en las mujeres. El trabajo, realizado en 234 usuarias que pedían el fármaco, señala que casi el 56 por ciento había utilizado este fármaco en más de una ocasión. DE LO QUE SIEMPRE HAY QUE INFORMAR Información sobre uso y reacciones que el farmacéutico debería dar a todas las usuarias que acuden a la farmacia por la PD. USO RECOMENDADO Anticoncepción: el tratamiento consiste en 1,5 mg (1 comprimido de 1,5 mg en una sola toma) de levonorgestrel. Para obtener una mayor eficacia el tratamiento debe iniciarse lo antes posible después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección. Debe tomarse preferiblemente dentro de las primeras 12 horas, y no más tarde de las primeras 72 horas (3 días) después de haber mantenido relaciones sexuales con penetración y sin protección. Tras su ingesta se recomienda utilizar un método de barrera (preservativo, diafragma) hasta el inicio del siguiente ciclo menstrual. REACCIONES ADVERSAS Vómitos: en caso de vómito durante las tres horas siguientes a la toma del comprimido de 1,5 mg se debería comprobar la presencia del comprimido en el vómito; en este caso o si existe duda sobre su presencia se recomienda repetir el tratamiento inmediatamente. http://www.correofarmaceutico.com/2012/11/12/al-dia/entorno/detectan-falta-conocimiento-pildora-del-dia-despues-en-usuarias

Progestágenos asociados a Tormboembolismos?

La drospirenona provocaría más del doble de riesgo de trombosis venosa profunda (TVP) que otro similar anticonceptivo, levonorgestrel. Esta es la conclusión de dos estudios publicados en el British Medical Journal, liderados respectivamente por Susan Jick, investigadora de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, y por Lianne Parkin, de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda (y premio Nobel en 2010). Sin embargo, los expertos consultados por CF restan valor de forma unánime a las conclusiones de las investigaciones y ven con buenos ojos la elección de la drospirenona como fármaco anticonceptivo. “Los dos son estudios epidemiológicos, es decir, analizan bases de datos sin tener en cuenta factores decisivos para la obtención de estos resultados, mientras que en la Sociedad Española de Contracepción (SEC) acabamos de hacer un estudio basado en ensayos clínicos (enviado a una revista científica y pendiente de publicación) en el que se apreciaban en todos los anticonceptivos resultados similares de riesgo", explica a CF Ezequiel Pérez Campos, presidente de la SEC. Además de coincidir con Pérez Campos, Gaspar González de Merlo, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de Albacete, apunta a CF las razones de preferir la drospirenona: "El levonorgestrel es un fármaco muy seguro y con pocas contraindicaciones, pero la razón de usar nuevos progestágenos como la drospirenona es evitar algún efecto indeseable como la hinchazón de las mamas, el aumento de peso o la retención de líquidos", dice. Y, añade, "este fármaco tiene mayor efecto antiandrogénico (supresión hormonal), por lo que sería de elección en el caso de que la mujer presente aumento de vello o acné", comenta a CF. Tanto para él como para Estanislao Beltrán, jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universitario de San Cecilio, en Granada, estos efectos deben ser muy tenidos en cuenta a la hora de prescribir un anticonceptivo. Para este último, "según los datos disponibles, el riesgo de TVP con los anticonceptivos, incluso con los que llevan drospirenona, es menor que el riesgo asociado a la propia gestación, que oscila entre el 50 y el 60 por cada 100.000 mujeres al año", explica a CF. Otro tema es el propio perfil farmacológico de las hormonas gestágenas comparadas (levonorgestrel y drospirenona), que pueden provocar que se seleccione uno u otro preferentemente, señala Beltrán, aludiendo a los efectos secundarios citados anteriormente. Además, reconoce que "el aumento del riesgo de TVP es real para todas las usuarias de anticonceptivos con respecto a las no usuarias, pero los beneficios asociados pueden -al menos en la mayoría de los casos- contrapesar los riesgos". En opinión de González de Merlo, "lo razonable sería utilizar de entrada un anticonceptivo que contenga levonorgestrel, que será eficaz y barato, y reservar los que contengan drospirenona para aquellas pacientes que presenten esos efectos y que no tengan factores de riesgo como obesidad y hábito tabáquico". "EL FÁRMACO MÁS ESTUDIADO" El tromboembolismo es el riesgo más peligroso por el uso de anticonceptivos: "Aunque las cifras de uso han aumentado ligeramente en los últimos años siguen siendo muy bajas y con diferencias parecidas, ya que si antes la frecuencia de riesgo de TVP era de 1,2 por cada diez mil mujeres frente a 2,4 en población usuaria de anticonceptivos, ahora se detectan más 1,5 por cada 10.000 frente a entre 3,5 y 3", explica a CF Pérez Campos. Los expertos insisten en que se trata de métodos muy seguros. Pérez Campos lo califica como "el fármaco más estudiado", ya que desde los años 60 estos medicamentos han sido investigados en profundidad, han demostrado ser seguros y experimentados, incluso mucho más que otros de uso más despreocupado, como antibióticos o ciertos antiinflamatorios, que pueden tener más riesgos que una hormonal sexual". http://www.correofarmaceutico.com/2011/05/02/farmacologia/avalan-la-seguridad-de-la-pildora-ante-tromboembolia