jueves, 13 de noviembre de 2008

El zumo de mandarina puede disminuir el riesgo cardiovascular

La ingesta habitual de zumo de mandarina puede disminuir el riesgo cardiovascular. Así lo han observado investigadores de la Universidad de Valencia, que han enfocado su análisis a la población infantil.
Redacción
29/09/2008
Investigadores del Departamento de Pediatría y Obstetrícia y Ginecología de la Universidad de Valencia, han examinado los efectos del consumo regular de zumo de mandarina en niños con hipercolesterolemia. Los investigadores administraron durante cuatro semanas a 48 pequeños de entre 8 y 12 años con hipercolesterolemia 500 mililitros de zumo de mandarina (dos tomas de 250 ml) sin alterar su dieta habitual. Los pediatras midieron los niveles de lípidos y proteínas en el plasma; además, controlaron biomarcadores derivados de la oxidación de lípidos, proteínas y los niveles de vitamina C y E.
Los autores del trabajo, que se ha publicado en Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition, han demostrado el aumento de la defensa antioxidante tras ofrecer a los niños un suplemento dietético de zumo de mandarina. “Escogimos una población de niños con hipercolesterolemia debido a que esta alteración va ligada al riesgo cardiovascular asociado al estrés oxidativo”, ha afirmado Pilar Codoñer, de la Universidad de Valencia.
Tras el estudio se analizó a los pequeños y se comprobó que su peso no había variado. Este dato contrasta con otras investigaciones anteriores hechas con otros zumos y en los que los niños aumentaron de peso. “El producto usado en nuestro estudio era zumo natural de fruta, sin edulcorantes ni conservantes y que no tiene nada que ver con otros zumos industriales”, explica Codoñer.
Zumo y medicación
El consumo de zumos en ocasiones puede interferir en la actividad de algunos fármacos, un hecho que ocurre por ejemplo con el zumo de pomelo y el antihistamínico fexofenadine. La unión del zumo con el medicamento hace que sólo se absorba la mitad del fármaco. Este hecho se debe a que el ingrediente activo del zumo de pomelo, la naringina, bloquea el OATP1A2, principal transportador de medicamentos del intestino delgado al torrente sanguíneo e impide la absorción del medicamento.

Hasta el momento se han analizado los zumos de pomelo, manzana y naranja que reducen la absorción de etoposida -un agente anticancerígeno-, algunos beta bloqueadores (atenolol, celiprolol y talinolol) -que se utilizan para el tratamiento de la presión sanguínea y prevenir ataques cardiacos-, además de la cyclosporina e incluso algunos antibióticos.