Dado el alarmante riesgo de
resistencia de las bacterias a los antibióticos y el largo periodo de tiempo
que lleva desarrollar nuevos medicamentos, el descubrimiento de nuevas maneras
de usar los antibióticos disponibles y aprobados para el uso en humanos es
primordial. Normalmente se ha creído que para eliminar la infección bacteriana
antes del inicio de la resistencia al medicamento se debe tratar con grandes
dosis de antibiótico, pero investigaciones recientes han indicado que el tipo
de tratamiento puede realmente conducir a la aparición de patógenos resistentes
a los medicamentos.
Una nueva investigación
publicada en PLOS Biology ha demostrado que los tratamientos con medicamentos
con dos antibióticos pueden diseñarse para eliminar la bacteria en dosis que,
cuando se administran de forma aislada o combinada, causan un rápido desarrollo
de resistencia al medicamento y mantienen el crecimiento bacteriano. Estos
tratamientos, llamados "tratamientos secuenciales" usan
alternativamente pequeñas dosis de dos antibióticos. Los investigadores han
usado un modelo de laboratorio de infección bacteriana para ver si, incluso en
bacterias que contienen genes de resistencia a medicamentos, los tratamientos
secuenciales pueden eliminar la bacteria, mientras que las grandes dosis o
medicamentos aislados o mezcla de varios fallaban.
COMPARACIÓN DE LOS CAMBIOS
GENÉTICOS
Los investigadores han
encontrado que, comparando los cambios genéticos ocurridos durante el uso de un
solo medicamento frente a los ocurridos durante un tratamiento secuencial, en
ambos tratamientos se promovía la emergencia de mutaciones de resistencia a
medicamentos.
En consecuencia, el éxito de
los tratamientos secuenciales no consistía en la prevención o supresión de la
resistencia al medicamento. Sin embargo, se cree que la respuesta evolutiva a
los tratamientos médicos secuenciales se encuentra en su efectividad en el
momento en el que un medicamento sensibiliza la bacteria al segundo
medicamento.
Mientras que las bacterias
son especialistas en adaptarse a los antibióticos, los investigadores sugieren
que hay una manera de usar su adaptación contra ellos. Las fluctuaciones medioambientales
creadas por los tratamientos secuenciales diseñados específicamente para ello
pueden sensibilizar la bacteria y hacerlas más susceptibles a concentraciones
de antibióticos que normalmente podrían conducir a una resistencia al
medicamento.
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