viernes, 25 de marzo de 2011

Un marcapasos para engañar el estómago

Un equipo de médicos de la Clínica La Luz, en Madrid, ha empleado, por primera vez en España, un dispositivo implantable para tratar la obesidad mórbida de dos pacientes. El sistema, denominado abiliti (desarrollado por la compañía IntraPace), combina la tecnología ampliamente probada de los marcapasos cardiacos para provocar en el paciente una sensación de saciedad que favorece la pérdida de peso.
Manuel Miras, responsable de la Unidad de Cirugía Bariátrica de la Clínica La Luz, que ha efectuado la intervención, junto a Carlos Durán, de la citada unidad, explica que "por medio de cirugía laparoscópica se accede al estómago para implantar un cable que conecta un electrodo de estimulación y un sensor de detección de alimentos; al comer o beber, el sensor detecta los alimentos ingeridos y envía impulsos eléctricos de baja energía al electrodo de estimulación, situado en la pared del estómago, lo que provoca que el paciente experimente una distensión precoz del estómago, y por tanto, se sienta saciado y deje de comer".
Las principales indicaciones de este novedoso tratamiento con apenas dos años de andadura coinciden en principio con las de otras técnicas de cirugía bariátrica: un índice de masa corporal superior a 35 o bien cercano a esta cifra pero acompañado de una importante morbilidad.
Tras el implante del marcapasos gástrico, se precisa una supervisión médica para ajustar la estimulación en cada paciente. Manuel Serrano, responsable de la Unidad de Medina Interna, en La Luz, matiza que "la respuesta a los estímulos es diferente en cada enfermo, por lo que tenemos que regularla de forma individual". El dispositivo cuenta con un sistema de conexión inalámbrico (wi-fi) que transmite la información recogida por el sensor donde se refleja con detalle el consumo de comida del paciente. Con esa información, el médico diseña el programa alimentario y el ejercicio. De esta forma también se facilita la reeducación del paciente en hábitos nutricionales.
La experiencia con abiliti aún es corta. La mayoría de los casos se acumulan en Alemania, donde ya se han colocado un centenar de estos dispositivos. Los estudios clínicos realizados indican al año del implante una reducción de entre el 35 y el 40 por ciento del exceso de peso. La batería del marcapasos dura unos cinco años, por lo que transcurrido este periodo se requiere una reintervención. En cuanto al coste, se estima que no superaría el de una cirugía bariátrica.
Según ha destacado el equipo médico de La Luz, la principal ventaja del marcapasos gástrico frente a las técnicas de cirugía bariátrica al uso es que no altera la morfología del estómago. Miras considera que "cada paciente tiene indicada una técnica, pero ésta constituye una gran alternativa que superará con creces las indicaciones y resultados de la banda y el balón gástricos". En opinión de Durán, "es menos agresiva que el cerclaje gástrico e igual que el balón". Sobre la banda gástrica, los médicos han apuntado que la principal complicación es que se asocia a una baja calidad de vida, hasta el punto de que en las series estudiadas más del 40 por ciento de los pacientes con este dispositivo solicita su retirada. La posibilidad de que el marcapasos gástrico se emplee en estos pacientes arrepentidos o en los que recibieron un balón gástrico no se descarta a priori.
Sonia Moreno - Jueves, 24 de Marzo de 2011

El Acido Valproico y su uso en mujeres en edad fértil.

Pese a las pruebas que demuestran el riesgo que sufren los fetos de padecer defectos congénitos y déficit neurocognitivos, el anticonvulsivo ácido valproico sigue recetándose de forma común en las mujeres en edad fértil.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Psychiatric Services, muestra que más del 20% de las mujeres en edad fértil con un trastorno psiquiátrico y que reciben un estabilizador del ánimo no antipsicótico son tratadas con ácido valproico. Los investigadores compararon el uso de ácido valproico en mujeres en edad fértil, entre los 15 y 49 años, con hombres de una edad similar y mujeres mayores de 50 años.
En el diagnóstico se incluyeron principalmente el trastorno bipolar (24,0%), la depresión mayor o distimia (22,9%), la esquizofrenia (18,7%) y los trastornos de ansiedad (8,5%). Los resultados muestran que en la totalidad de la muestra, el ácido valproico fue el estabilizador del estado de ánimo no antipsicótico más prescrito (32,3%), seguido de la gabapentina (26,4%), la lamotrigina (16,7%), el topiramato (13.%), el litio (13,0%), la oxcarbazepina (5,1%) y la carbamazepina (3,2%).
Ref: Wisner KL, Leckman-Westin E, Finnerty M y Essock SM