La individualización del
tratamiento es un aspecto fundamental para la prevención del ictus en pacientes
con fibrilación auricular no valvular, tal y como se puso de manifiesto en el
simposio satélite que, patrocinado por Daiichi-Sankyo, se ha celebrado en el
congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, en Londres.
Para Gregory Y. H. Lip,
profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de Birmingham (Reino
Unido), "el primer paso es identificar a aquellos pacientes de bajo riesgo
que no necesitan ningún tratamiento antitrombótico. A continuación, deben prescribirse
anticoagulantes orales a aquellos que tengan uno o más factores de riesgo de
ictus".
Como ha recordado, si se
opta por los antagonistas de la vitamina K, el objetivo debe ser un buen
control de la anticoagulación, con un rango terapéutico de más del 70 por
ciento, mientras que los nuevos anticoagulantes orales "ofrecen más
eficacia, seguridad y conveniencia. Pero, en todos los casos, debe ajustarse el
fármaco al paciente y viceversa".
Jan Steffel, responsable de
la unidad de electrofisiología invasiva y dispositivos del departamento de
cardiología del Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), ha repasado los
resultados del subanálisis del estudio Engage AF-Timi 48, que han demostrado
los beneficios de utilizar dosis altas de edoxabán en diferentes poblaciones.
Además, la combinación con terapia antiplaquetaria fue bien tolerada y
efectiva. "En pacientes ancianos, se produce una reducción del riesgo
absoluto más pronunciada, debido a su mayor riesgo", ha destacado.
Por su parte, Reinhold
Kreutz, director del departamento de farmacología clínica y toxicología del
Hospital Universitario Charité, de Berlín, ha recalcado la eficacia de edoxabán
una vez al día en pacientes con fibrilación auricular. "Esta estrategia de
dosificación es consistente en todas las indicaciones aprobadas y este fármaco
será un activo muy valioso en el campo de la anticoagulación", ha
pronosticado.
Mejor perfil de seguridad
Por último, Christian T.
Ruff, del Hospital Brigham and Women de Facultad de Medicina de Harvard, ha
reiterado que edoxabán es, al menos, tan efectivo como la warfarina y con un
mejor perfil de seguridad y resultados clínicos superiores. "La
individualización del tratamiento basado únicamente en aspectos clínicos
permite prevenir los excesos en los niveles de edoxaban y ayuda a optimizar el
balance entre eventos isquémicos y de sangrado sin medir los niveles del
fármaco o la actividad anticoagulante".
Tomado de Diario Médico.com. Recuperado el 02 de septiembre
de 2015
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