Los parabenos (conservantes
bactericidas y fungicidas) y los filtros UV (protectores solares) están
presentes en numerosos productos, especialmente de higiene y cosmética.
Estudios previos han constatado su dispersión en el medio ambiente: se han
hallado residuos de ellos en muestras de agua, en sedimentos de río, en
organismos (pájaros y peces, entre otros), en orina humana, esperma e incluso
en leche materna.
Diversos estudios han mostrado
que estos compuestos son disruptores endocrinos, capaces de afectar al sistema
endocrino y de causar infertilidad, según se ha visto en animales. Se ha
asociado su presencia con una baja tasa de espermatozoides y con desajustes del
ciclo menstrual.
Un estudio dirigido por Silvia
Díaz-Cruz, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea),
y que cuenta con la colaboración del Hospital de San Juan de Dios, de
Barcelona, ha demostrado que en la placenta humana también están presentes
estos compuestos. Los resultados se acaban de publicar en Environment
International.
El trabajo se centra en los
parabenos y en las benzofenonas, el principal grupo de filtros solares UV. El
equipo de Díaz-Cruz ha observado que de los diez compuestos analizados (cinco
parabenos y cinco filtros UV), más de cuatro han sido hallados en todas las
placentas, y hasta siete han sido detectados en una misma muestra. La presencia
de estos compuestos, ha explicado Silvia Diaz-Cruz, "es preocupante ya que
durante el embarazo cualquier alteración hormonal puede ser altamente nociva
tanto para la madre como para el desarrollo del feto".
"Sólo hay tres estudios
previos como este en todo el mundo", dicen los autores, y "algunos de
los compuestos que hemos hallado no habían sido encontrados hasta ahora".
Por otro lado, el equipo del Idaea-CSIC ya había demostrado que delfines
hembras gestantes bioacumulan y transmiten a sus fetos filtros solares. En
aquel caso, los fetos presentaban niveles más altos de filtros solares que sus
respectivas madres.
Resultados de los análisis
Los investigadores esperaban
hallar niveles muy bajos o indetectables de estos compuestos. Sin embargo,
"las concentraciones halladas superan en algún caso los 11 nanogramos por
gramo, más de 500 veces el valor esperado (0,02 nanogramos por gramo),
correspondiente al límite de detección del método. Aún faltan estudios para
delimitar niveles de riesgo".
Actualmente, la Unión Europea
sólo autoriza en productos cosméticos dos benzofenonas (filtros solares), las
denominadas BP3 y BP4. Sin embargo, en las muestras han hallado otras que
"son resultado de la metabolización. Ello indica que estos compuestos y
sus metabolitos no se excretan en su totalidad sino que se acumulan en los
tejidos, con consecuencias aún desconocidas". El compuesto hallado más
frecuentemente es el BP4, detectado en el 75 por ciento de las muestras, y del
que se creía que no se bioacumulaba en los tejidos. Todos los parabenos analizados
se encontraron en casi el cien por cien de las placentas, siendo el
metilparabeno, el más utilizado en la industria, el de mayor concentración.
Exposición y efectos
Los parabenos y los filtros
solares entran en contacto con el organismo a través de los alimentos (agua y
pescado), por absorción dérmica y por inhalación. Estudios epidemiológicos han
asociado la presencia de parabenos en el organismo con alergias, obesidad y
baja calidad del esperma. Por su parte, la presencia de benzofenonas está
relacionada con la incidencia de endometriosis. Dos estudios recientes indican
que un peso bajo en niñas y mayores peso y circunferencia craneal en niños
están directamente relacionados con el contenido de benzofenonas en la orina
materna.
"Sin embargo, en los
estudios publicados solamente se han encontrado asociaciones entre la presencia
de estos productos y determinadas alteraciones. Se necesitan estudios
longitudinales a largo plazo, con mayor número de pacientes, para determinar si
la presencia de estos productos puede causar la aparición de patologías en la
infancia y en la edad adulta", ha matizado Lourdes Ibáñez Toda,
endocrinóloga pediatra del Hospital de San Juan de Dios.
Los parabenos se utilizan
ampliamente como conservantes en cosméticos, medicamentos, alimentos y bebidas.
Según expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), ingerimos
76 miligramos al día de parabenos a través de alimentos, medicamentos y el uso
de productos de higiene y cosméticos. Esta cantidad puede parecer elevada, pero
está por debajo del valor máximo establecido, 10 miligramos al día y por kilo
de peso (500 miligramos para una persona de 50 kilos).
Los filtros solares UV son
aditivos casi omnipresentes en los productos de cuidado e higiene personal.
También se utilizan en envases de bebidas y alimentos, componentes de coches,
ropa o material fotográfico, entre otros, para proteger los materiales del
amarilleamiento y otros procesos de degradación causados por la luz solar.
Diariomedico.com [en línea]. [Consultado el 03 de marzo de
2016]. Disponible en:
http://www.diariomedico.com/2016/03/02/area-profesional/entorno/la-placenta-de-gestantes-acumula-filtros-de-protectores-solares-y-parabenos
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