viernes, 18 de marzo de 2016

Control y calidad, claves en estudios de bioequivalencia

La recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de retirar centenares de presentaciones de genéricos de diversas compañías, cuya autorización se fundamentó en estudios desarrollados por la india GVK Biosciences, ha puesto el foco sobre la calidad de los estudios de bioequivalencia externalizados a países emergentes.
Helena Colom, profesora de Biofarmacia y Farmacocinética de la Universidad de Barcelona, afirma: "Los centros tecnológicos de India tienen un buen nivel y, aparte de los controles periódicos de la Administración, las auditorías de los estudios corren a cargo de laboratorios o empresas independientes de gestión de ensayos clínicos, las CRO, por lo que los controles deberían ser correctos". "Por lo aparecido en prensa -prosigue-, en esta CRO india han manipulado datos clínicos, no de bioequivalencia; en cualquier caso la clave está en un adecuado control de la calidad de los procesos. Una merma en este sentido puede ocurrir en una CRO europea o india, ya que se opta por estos países porque los costes son inferiores".
En este terreno destaca el avance que han supuesto las recomendaciones de la EMA, de 2011, que en los fármacos de alta variabilidad evitan hacer estudios con un gran número de individuos para demostrar la bioequivalencia, "algo que, además de poco ético, era un obstáculo económico para muchas compañías".
Se consideran de alta variabilidad los fármacos de referencia que tienen una variabilidad intraindividual mayor del 30 por ciento en los parámetros farmacocinéticos clave: el área bajo la curva (AUC) y la concentración plasmática máxima (Cmax). Alfredo García-Arieta, jefe de Servicio de Farmacocinética y Genéricos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), explicó que la guía de la EMA establece unos límites fijos del AUC de 80-125 por ciento respecto del fármaco de referencia, los mismos que para la Cmax para una variabilidad del original del 30 por ciento, pero éstos se amplían hasta 70-143 cuando la variabilidad llega al 50 por ciento y permanecen constantes más allá de esta cifra. Estos guarismos tienen una traslación al tamaño de la muestra necesario para estos estudios. Así, "su tamaño se incrementa en paralelo a la variabilidad, pero cuando se llega al 30 por ciento se amplían los márgenes para que el tamaño muestral no tenga que aumentarse".
Carlos Nieto, director de Desarrollo Biológico de la División de I+D de Reig Jofré, puso de relieve que la guía de la EMA añade una nueva fase de validación (post-estudio) al método de análisis de las concentraciones de fármaco en suero o plasma. Un requisito que, como mínimo, supone el reanálisis del 10 por ciento de muestras.
Sobre las diferencias entre los modelos de bioequivalencia individual/poblacional y de bioequivalencia promedio habló Matías Llabres, de la Facultad de Farmacia de La Laguna (Tenerife), que recalcó la primacía del segundo, el estándar actual para las autoridades, aunque se opta por la variante escalada para los fármacos con alta variabilidad farmacocinética.

CorreoFarmacéutico.com [en línea]. [Consultado el 18 de marzo de 2016]. Disponible en:
http://www.correofarmaceutico.com/2015/01/31/empresas/genericos/control-calidad-claves-estudios-bioequivalencia

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