La recomendación de la Agencia Europea del Medicamento
(EMA) de retirar centenares de presentaciones de genéricos de diversas
compañías, cuya autorización se fundamentó en estudios desarrollados por la
india GVK Biosciences, ha puesto el foco sobre la calidad de los estudios de
bioequivalencia externalizados a países emergentes.
Helena Colom, profesora de Biofarmacia y
Farmacocinética de la Universidad de Barcelona, afirma: "Los centros
tecnológicos de India tienen un buen nivel y, aparte de los controles
periódicos de la Administración, las auditorías de los estudios corren a cargo
de laboratorios o empresas independientes de gestión de ensayos clínicos, las CRO,
por lo que los controles deberían ser correctos". "Por lo aparecido
en prensa -prosigue-, en esta CRO india han manipulado datos clínicos, no de
bioequivalencia; en cualquier caso la clave está en un adecuado control de la
calidad de los procesos. Una merma en este sentido puede ocurrir en una CRO
europea o india, ya que se opta por estos países porque los costes son
inferiores".
En este terreno destaca el avance que han supuesto las
recomendaciones de la EMA, de 2011, que en los fármacos de alta variabilidad evitan
hacer estudios con un gran número de individuos para demostrar la
bioequivalencia, "algo que, además de poco ético, era un obstáculo
económico para muchas compañías".
Se consideran de alta variabilidad los fármacos de
referencia que tienen una variabilidad intraindividual mayor del 30 por ciento
en los parámetros farmacocinéticos clave: el área bajo la curva (AUC) y la
concentración plasmática máxima (Cmax). Alfredo García-Arieta, jefe de Servicio
de Farmacocinética y Genéricos de la Agencia Española de Medicamentos y
Productos Sanitarios (Aemps), explicó que la guía de la EMA establece unos
límites fijos del AUC de 80-125 por ciento respecto del fármaco de referencia,
los mismos que para la Cmax para una variabilidad del original del 30 por
ciento, pero éstos se amplían hasta 70-143 cuando la variabilidad llega al 50
por ciento y permanecen constantes más allá de esta cifra. Estos guarismos
tienen una traslación al tamaño de la muestra necesario para estos estudios.
Así, "su tamaño se incrementa en paralelo a la variabilidad, pero cuando
se llega al 30 por ciento se amplían los márgenes para que el tamaño muestral
no tenga que aumentarse".
Carlos Nieto, director de Desarrollo Biológico de la
División de I+D de Reig Jofré, puso de relieve que la guía de la EMA añade una
nueva fase de validación (post-estudio) al método de análisis de las
concentraciones de fármaco en suero o plasma. Un requisito que, como mínimo,
supone el reanálisis del 10 por ciento de muestras.
Sobre las diferencias entre los modelos de
bioequivalencia individual/poblacional y de bioequivalencia promedio habló
Matías Llabres, de la Facultad de Farmacia de La Laguna (Tenerife), que recalcó
la primacía del segundo, el estándar actual para las autoridades, aunque se
opta por la variante escalada para los fármacos con alta variabilidad
farmacocinética.
CorreoFarmacéutico.com [en línea]. [Consultado el 18 de marzo
de 2016]. Disponible en:
http://www.correofarmaceutico.com/2015/01/31/empresas/genericos/control-calidad-claves-estudios-bioequivalencia
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