martes, 7 de junio de 2016

Fractura de cadera: antiagregantes y anticoagulantes exigen individualizar

La toma de fármacos que alteran la hemostasia (anticoagulantes y antiagregantes) es uno de los principales retos en el manejo de los pacientes ancianos con fractura de cadera. El Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia) trata cada año unas cuatrocientas fracturas de cadera; uno de cada tres pacientes afectados toma antiagregantes o anticoagulantes. Por este motivo, profesionales de servicios que atienden a estos pacientes han elaborado una guía para su manejo perioperatorio. El objetivo es alcanzar un equilibrio entre "el riesgo hemorrágico y trombótico de cara a la cirugía", explica a CF José Antonio Blas, jefe de Sección del Servicio de Cirugía y Traumatología del citado centro.
La evidencia científica, apunta Blas, recomienda no demorar la intervención de estos pacientes más allá de las 48 horas tras su admisión en Urgencias. Así, el trabajo ha dividido a los pacientes según estén en tratamiento con antiagregantes plaquetarios, dicumarínicos (Sintrom) o nuevos anticoagulantes orales de acción directa (NACO).
En el tratamiento con antiagregantes, "a su ingreso en Urgencias, se suspenderá el tratamiento si se administra en profilaxis primaria y se sustituirá por 100 mg de aspirina cuando se use en profilaxis secundaria. De este modo será posible la cirugía en menos de 48 horas con anestesia general". Si hubiera que recurrir a la anestesia neuroaxial, se recomienda demorar esta técnica anestésica entre dos y diez días. Sin embargo, no se recomienda modificar la doble antiagregación en pacientes con stentconvencional implantado hace menos de un mes o farmacoactivo implantado hace menos de seis.
Con independencia de si se mantiene o interrumpe el tratamiento antiagregante, se recomienda realizar la profilaxis tromboembólica con heparina de bajo peso molecular. "Tras la intervención, mantendremos el tratamiento con aspirina 100 mg y el resto de antiagregantes se introducirán pasadas 24 horas del final de la cirugía si la hemostasia es adecuada", expone.
En pacientes con dicumarínicos, el tratamiento debe suspenderse y pautarse las heparinas de bajo peso molecular. La vitamina K revierte en la mayoría de los casos la anticoagulación en las primeras 48 horas del ingreso, lo que permite la cirugía precoz del paciente. Tras la intervención, el tratamiento con acenocumarol puede reanudarse a las 24 horas a la dosis habitual "si la hemostasia quirúrgica es adecuada y el paciente tolera la vía oral", Además, debe mantenerse la dosis profiláctica de heparina de bajo peso molecular "hasta alcanzar el INR deseado".
Otra cuestión son los pacientes con NACO: "Ninguna de las pruebas habituales de laboratorio está diseñada para valorar el grado de anticoagulación con estos tratamientos". La recomendación es que se retiren, al menos, el tiempo equivalente a tres vidas medias antes de la cirugía. Así, con dabigatrán, sería suficiente con suspenderlo dos días antes; tres en presencia de insuficiencia renal. La situación sería similar con rivaroxabán y apixabán: se aconseja interrumpir el tratamiento un día antes, y dos en caso de insuficiencia renal con aclaramiento de creatinina de entre 30-50 mL/min. Ahora bien, si existe contraindicación de anestesia general "se tendrá que demorar la cirugía y pautar una terapia puente durante cinco días con heparinas de bajo peso molecular para una anestesia neuroaxial".
Blas apunta que ya se están introduciendo métodos más específicos para valorar el riesgo hemorrágico y grado de anticoagulación en pacientes con NACO. "Estas pruebas muestran una buena correlación con los niveles plasmáticos del fármaco, y son útiles como método cuantitativo". Añade que en su centro está previsto disponer próximamente de tiempo de trombina (TT), tiempo de trombina diluido (TTd-DTI) y niveles de Anti-Xa.
En el postoperatorio, de nuevo hay que reanudar el NACO a su dosis habitual "si la hemostasia es adecuada y se tolera por vía oral, en función del riesgo hemorrágico del paciente y si la función renal mantiene los valores previos al ingreso". Así, si el riesgo hemorrágico se considera alto, sería a partir de las 72 horas de la cirugía; y de no ser así, a las 48 horas.

Correo Farmaceutico.com. [En línea]. [Consultado junio 03 de 2016]. Disponible en:
http://www.correofarmaceutico.com/2016/05/28/farmacologia/fractura-de-cadera-antiagregantes-y-anticoagulantes-exigen-individualizar

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