El manejo de fitoterápicos y
complementos alimenticios clásicos, como el ajo o la alcachofera, o plantas con
mucílagos, isoflavonas de soja o lecitina de soja, "han mostrado su
eficacia y utilidad en prevención y manejo de problemas como las
hiperlipemias". A éstos se han sumado en los últimos años otros
ingredientes naturales, como la levadura roja del arroz, el aceite de krill o
el ubiquinol, que "han aumentado el arsenal en este campo y sobre el que
el farmacéutico tiene un papel imporante a la hora de recomendar su uso".
Así se puso de manifiesto en la Jornada Fitoterapia en Síndrome Metabólico,
organizada por la Sociedad Española de Fitoterapia (Sefit), las universidades
de Valencia (UV) y CEU-Cardenal Herrera y el Jardín Botánico de la UV.
Entre otros asuntos, durante
su intervención Mª José Alonso, vocal de Fitoterapia del COF de Barcelona,
señaló que la levadura roja de arroz se puede recomendar para "personas
con niveles de colesterol LDL poco elevado o con un LDL mayor de 100 mg/dl-, a
los intolerantes a las estatinas (se recomienda consenso médico) y a aquéllos
en tratamiento con estatinas para disminuir las dosis del fármaco".
En cambio, apunta, "no
se recomienda en embarazadas y madres lactantes, porque no existen evidencias
suficientes para saber si tienen impacto negativo", según Alonso. La
experta informó de la importancia de conocer todo lo que toma el paciente antes
de aconsejar su uso. Y es que, a pesar de que las dosis de monacolina (uno de
sus componentes principales) son pequeñas, no puede descartarse que los
suplementos a base de levadura roja de arroz o el arroz fermentado "puedan
interaccionar con otros medicamentos como la lovastatina (para el
colesterol)". En este caso, aconseja "suspender la administración
mientras se consuman estos fármacos".
En cuanto al uso de estos
productos, señaló que, "en conjunto no debe superar los 10 mg/día de
monacolina k, que debe ingerirse con la cena o antes de acostarse y combinarse
con dieta adecuada, ejercicio y estilo de vida cardiosaludable con ingesta de
ácidos grasos omega-3 (como el aceite de krill) y coenzima Q10 (como el
ubiquinol)".
Sobre estos dos compuestos,
Alonso apuntó que "los estudios en humanos han evidenciado que el aceite
de krill sería útil para la prevención y tratamiento coadyuvante de
dislipemias", y que también sería eficaz en el control de riesgo de
enfermedad cardiovascular (por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes).
En el caso del ubiquinol, este compuesto se aconsejaría en "procesos
ateromatosos, en tratamiento con estatinas, en caso de insuficiencia cardiaca,
cuando la condición del paciente limite su actividad física o en situaciones en
que el CoQ10 se ve disminuido o su consumo por el organismo aumentado (edad,
estrés, enfermedad, deporte)".
Tratamiento de la HTA
Durante la jornada, Mª
Carmen Terencio, del Departamento de Farmacología de la UV, expuso que muchas
plantas medicinales "podrían ser beneficiosas para el tratamiento de la
presión arterial y el síndrome metabólico". En este sentido explicó que
puede ser útil, sobre todo "en el margen entre la normal alta (sistólica
130-139 y/o diastólica 85-89) y la hipertensión de grado 1 (sistólica 140-159
y/o diastólica 90-99) -donde el paciente todavía no necesita tratamiento
farmacológico- o incluso en aquéllos que se hacen resistentes en estadíos más
avanzados".
Entre las distintas opciones
y mecanismos de acción, Terencio destacó las propiedades vasodilatadoras y
antiaterogénicas del bulbo de ajo o la hoja de olivo; antioxidantes, como la
flor de hibisco o el zumo de granada; diuréticas, como las hojas de ortosifón o
los tallos estériles de cola de caballo, y otras opciones, como el espino
blanco o las semillas de lino.
Fitoterapia y diabetes
En la Jornada de Fitoterapia
celebrada en Valencia, Encarna Castillo, profesora de la Universidad
CEU-Cardenal Herrera, analizó el potencial de las plantas medicinales en el
manejo de la resistencia a la insulina, a través de opciones como la fibra, el
canelo, el champiñón del sol, el té o el ginseng. "Por el momento",
señaló, "tenemos noticias de un metaanálisis sobre el té concluye que
consumir más de cuatro tazas diarias disminuye el riesgo de padecer diabetes
tipo 2". Sin embargo, apuntó, "la variabilidad de los estudios
dificultan la definición de conclusiones definitivas".
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