Quienquiera que haya estado
alguna vez a dieta —y eso incluye a muchos de nosotros— sabe que hay maneras
sensatas de perder peso; entre ellas, llevar una dieta balanceada, hacer
ejercicio y fijarse metas realistas.
Y luego están las maneras
imprudentes de quemar los kilitos de más: los productos dietéticos y de
novelería que prometen una rápida pérdida de peso, pero que con frecuencia
recomiendan prácticas potencialmente peligrosas. Entre estos se cuentan los
productos de venta sin receta médica (OTC, por sus siglas en inglés) para adelgazar
conocidos como “HCG”, mismos que se identifican como “homeopáticos” e instruyen
seguir una dieta sumamente restrictiva a los consumidores.
La Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) advierte a los
consumidores que se mantengan alejados de estos productos “homeopáticos” para
adelgazar hechos a base de gonadotropina coriónica humana (HCG), los cuales se venden en forma de gotas
orales, atomizadores y glóbulos o “chochitos”, y pueden encontrarse en internet
y en algunos establecimientos comerciales.
La FDA y la Comisión Federal
de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) han extendido siete cartas a
ciertas empresas advirtiéndoles que lo que están vendiendo son medicamentos
homeopáticos para adelgazar a base de HCG ilegales, los cuales incluyen
afirmaciones infundadas y no han sido aprobados por la FDA.
Las
afirmaciones exageradas sobre la HCG
La gonadotropina coriónica
humana o HCG es una hormona producida por la placenta humana durante el
embarazo.
Los productos que afirman
contener HCG por lo general se comercializan en conexión con una dieta muy baja
en calorías, normalmente limitada a 500 al día. Muchos de estos populares
productos a base de HCG alegan “restaurar el metabolismo”, corregir “las pautas
de alimentación anormales”, y quemar entre 9 y 14 kilos en 30 a 40 días.
“Estos productos se
comercializan con afirmaciones increíbles, y la gente cree que si está
perdiendo peso es porque la HCG debe estar surtiendo efecto”, señala Elizabeth
Miller, directora interina de la Sección de Medicamentos de Venta sin Receta y
Fraudes de Salud, de la FDA. “Pero los datos sencillamente no sustentan esto;
cualquier pérdida se debe a la drástica restricción calórica, no a la HCG”.
La HCG está aprobada por la
FDA como un medicamento de venta con receta para el tratamiento de la infertilidad
en la mujer y otras enfermedades, no para bajar de peso. De hecho, la etiqueta
de prescripción farmacológica señala que “no hay ninguna prueba sólida de que
aumente la reducción de peso más allá de la resultante de la restricción
calórica, ni de que ayude a una distribución más atractiva o ‘normal’ de la
grasa, ni de que reduzca el hambre y el malestar relacionados con las dietas
que restringen la ingesta calórica”.
La HCG no está aprobada para
su venta sin receta médica, con ningún propósito.
Una
dieta potencialmente peligrosa
Vivir con 500 calorías al
día no sólo no es saludable, sino peligroso, según los expertos de la FDA. Los
consumidores que siguen tales dietas restrictivas corren un mayor riesgo de
sufrir efectos secundarios, incluyendo la formación de cálculos biliares, un
desequilibrio en los electrolitos que mantienen a los músculos y los nervios
del cuerpo funcionando como es debido, y un ritmo cardiaco irregular.
Shirley Blakely,
nutricionista del Centro para la Seguridad de los Alimentos y la Nutrición
Aplicada de la FDA, se hace eco de las preocupaciones acerca de tales dietas
restrictivas. Pueden ser peligrosos, advierte, y potencialmente fatales.
Los profesionales de la
salud a veces prescriben dietas muy bajas en calorías para las personas con una
obesidad moderada a extrema como parte del tratamiento médico para paliar los
padecimientos que acarrea la obesidad, como la hipertensión arterial. Pero aun
en esos casos se necesita una supervisión médica estricta, y constante, para
asegurar que los efectos secundarios no pongan en riesgo la vida del paciente,
abunda Blakely.
Sin supervisión médica, los
consumidores que siguen una dieta muy baja en calorías pueden no estar
recibiendo suficientes vitaminas, minerales y —lo más esencial— proteínas.
“En general, el nivel de
calorías de referencia (promedio) es de 2,000”, aclara Blakely. “Si quiere
perder peso, reducir 500 calorías de su ingesta diaria, eso equivale a 3,500
calorías en el transcurso de una semana, lo cual representa perder 453 gramos.
La pérdida de peso gradual es la manera correcta de hacerlo”.
El
cuento empezó hace más de medio siglo
Miller explica que la HCG se
promovió para adelgazar por primera vez en los 1950. “Cayó en desuso en los
1970, especialmente cuando se hizo patente que no había pruebas que sustentaran
el uso de la HCG para adelgazar”, rememora.
La dieta ha cobrado
popularidad de nuevo, y la FDA y la FTC están actuando contra los productos
ilegales hechos a base de HCG. “No pueden venderse productos que digan contener
HCG como un producto farmacéutico de venta sin receta médica; es ilegal”,
advierte Brad Pace, jefe de equipo y asesor de normatividad de la Rama de
Combate a los Fraudes de Salud y Acercamiento al Consumidor de la FDA. “Si no
hacen caso a nuestras advertencias, estas empresas podrían enfrentar medidas
coercitivas, sanciones legales o encausamientos penales”.
Elisabeth Walther,
farmacéutica de la FDA, explica que la dependencia no evalúa la seguridad ni la
eficacia de los productos farmacéuticos homeopáticos, y no tiene conocimiento
de prueba científica alguna que sustente que la homeopatía sea eficaz. Sin
embargo, aquellos que satisfacen ciertas condiciones establecidas por la FDA
pueden ser comercializados. Un documento de referencia titulado Homeopathic
Pharmacopoeia of the United States (Farmacopea homeopática de los Estados
Unidos) enumera los ingredientes activos que es lícito incluir en los productos
homeopáticos.
“La HCG no está en esa lista
y no puede venderse como un medicamento homeopático, para ningún propósito”,
aclara Walther.
La FDA aconseja a los
consumidores que hayan adquirido HCG homeopática para adelgazar que dejen de
usarla y de seguir el régimen de dieta de las instrucciones, y que se deshagan
de ella. Los consumidores deben denunciar cualquier efecto nocivo, ya sea en
línea, a través del programa MedWatch de la FDA, o por teléfono, llamando al
800-FDA-1088 (800-332-1088) y a su profesional de la salud.
Este artículo está
disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual
se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la
FDA.
Publicado el 6 de diciembre
de 2011; Actualizado el 20 de septiembre de 2013
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