Según un estudio, tuvieron el
doble de probabilidades de intentar autolesionarse si se les recetaba más de la
dosis recomendada
JAMA Intern Med. Nota de
HealthDay, 29 de abril, 2014
Cuando receten antidepresivos a
adolescentes y adultos jóvenes, los médicos no deben comenzar con dosis altas de
los fármacos, porque eso podría aumentar el riesgo de conducta suicida, sugiere
una nueva investigación.
El estudio, que aparece en línea
el 28 de abril en la revista JAMA Internal Medicine ( Antidepressant Dose, Age,
and the Risk of Deliberate Self-harm. ), halló que los pacientes más jóvenes
que iniciaron el tratamiento con dosis de antidepresivos más altas que las
recomendadas tenían más del doble de probabilidades de intentar autolesionarse
que los que fueron tratados inicialmente con los mismos fármacos a las dosis
recomendadas más bajas.
"Si fuera un padre,
definitivamente no querría que mi hijo comenzara con una dosis más alta de
estos medicamentos", señaló el autor del estudio, el Dr. Matthew Miller,
director asociado del Centro de Investigación sobre el Control de las Lesiones
de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
Es probable que la investigación
ofrezca información a un debate en curso en la psiquiatría: si es o no seguro
recetar antidepresivos a los niños y a los adultos jóvenes.
En 2004, la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. emitió una advertencia pública sobre
el riesgo de suicidio en los niños y adolescentes tratados con una clase de
antidepresivos conocida como inhibidores selectivos de la recaptación de la
serotonina (ISRS).
La advertencia siguió a una
revisión del gobierno, que halló que los jóvenes que tomaban los fármacos
tenían el doble de probabilidades de intentar autolesionarse que los que
tomaban tabletas de "placebo". La agencia amplió su advertencia de
recuadro negro sobre los medicamentos en 2007 para incluir a los adultos
menores de 25 años.
Sin embargo, las investigaciones
más recientes han puesto en duda la idea de que los antidepresivos sean
peligrosos para niños y adultos jóvenes.
Una revisión publicada en 2007 en
la revista Journal of the American Medical Association concluyó que los
beneficios de tomar antidepresivos superaban a los daños potenciales para los
adolescentes y los adultos jóvenes.
Otro estudio, publicado en 2007
en la American Journal of Psychiatry, mostró que aunque las recetas de ISRS
para jóvenes se habían reducido en un 22 por ciento desde la advertencia de
recuadro negro de la FDA, los suicidios entre niños y adolescentes habían
aumentado. Algunos expertos citan el hallazgo como prueba de que la advertencia
de la FDA fue corta de miras, y que en realidad los medicamentos previenen los
suicidios en los jóvenes.
Pero ningún estudio había
observado el riesgo de suicidio según la dosis del medicamento, como hizo este
último estudio.
Para la investigación, los
autores del estudio extrajeron información de una gran base de datos de
reclamaciones de recetas. El estudio incluyó a más de 162,000 pacientes de 10 a
64 años de edad con un diagnóstico de depresión que comenzaron a tomar un ISRS
entre 1998 y 2010.
Los investigadores restringieron
su análisis a los tres antidepresivos que se recetan más comúnmente: Celexa,
Zolof y Prozac. Y separaron a los usuarios entre los que comenzaron con las
dosis recomendadas de los medicamentos, y aquellos a quienes se recetaron dosis
de los fármacos más altas de lo recomendado.
Las dosis normales eran 20
miligramos (mg) al día para Celexa, 50 mg al día para Zolof, y 20 mg al día
para Prozac. Los pacientes a quienes se recetó inicialmente más de un fármaco
fueron excluidos del estudio.
Casi el 18 por ciento de los
pacientes del estudio comenzaron con dosis más altas, lo que contradice a las
directrices médicas actuales.
Entonces, los investigadores
revisaron los expedientes médicos de los pacientes para ver cuántos habían
cometido actos deliberados de autolesión en un plazo de un año tras comenzar
con los medicamentos.
Entre los menores de 24 años, los
pacientes con las dosis más altas tuvieron una tasa de autolesión que era alrededor
del doble de los que tomaban unas dosis más bajas. Durante el periodo del
estudio, hubo 32 incidentes de autolesión por cada mil pacientes jóvenes que
tomaban las dosis altas, mientras que hubo 15 de esos incidentes por cada mil
pacientes que tomaban las dosis recomendadas.
Los investigadores también
estimaron que los médicos observarían un caso adicional de autolesión por cada
136 pacientes más jóvenes tratados con las dosis de antidepresivos superiores a
las recomendadas. Y el riesgo de intentos de suicidio pareció ser más alto en
los primeros 90 días en que se tomaban los fármacos.
Pero los investigadores no
hallaron un aumento significativo en el riesgo de autolesión según la dosis de
los medicamentos en las personas mayores de 25, lo que sugiere que el efecto
dependía de la edad.
Y no hubo un aumento en el riesgo
de suicidio en los niños y adolescentes tratados con las dosis recomendadas de
los fármacos.
El estudio fue observacional, lo
que significa que los investigadores no pueden afirmar con certeza que la dosis
del medicamento fue lo único que hizo que los pacientes jóvenes fueran más
propensos a autolesionarse.
El Dr. David Brent, titular de la
cátedra de estudios sobre el suicidio de la Universidad de Pittsburgh, dice que
cree que quizá los pacientes mismos también presenten alguna característica que
impulsó a los médicos a iniciarlos con una dosis más alta en primer lugar.
"Me parece que, suponiendo
que no se trata simplemente de un error médico, hubo algo a lo que los médicos
respondían: que el paciente presentara una mayor gravedad o antecedentes de que
necesitaba dosis más altas para responder en el pasado", señaló Brent,
quien escribió un comentario sobre el estudio pero no participó en la
investigación.
Pero los investigadores de la Harvard
no creen que ese sea el caso.
Miller dijo que el equipo observó
los datos de cerca para intentar hallar diferencias que podrían explicar por
qué a algunos pacientes les recetaron dosis más altas de los fármacos.
Entre los factores que tomaron en
cuenta se hallaron qué tan recientemente se había diagnosticado depresión a los
pacientes, si se les había diagnosticado como pacientes internos o
ambulatorios, y si también tenían ansiedad o antecedentes de intentos de
suicidio.
Casi no hubo diferencias entre
los grupos de pacientes, aparte de las dosis de antidepresivos que se les
recetaron inicialmente, indicaron los autores del estudio.
Los investigadores incluso
realizaron una prueba estadística para calcular las probabilidades de que
hubiera algún factor oculto que no tomaron en cuenta y que podría explicar las
diferencias. La prueba mostró que eso era poco probable.
Brent se mostró de acuerdo, y
añadió que la investigación debe animar a los médicos a optar por poco y a ir
despacio con los pacientes jóvenes, como recomiendan las directrices clínicas,
y aumentar la dosis solo si es necesario.
Artículo por
HealthDay, traducido por Hispanicare
El Trabajo
Miller M,
Swanson SA, Azrael D, Pate V, Stürmer T.
Antidepressant
Dose, Age, and the Risk of Deliberate Self-harm.
JAMA Intern
Med. 2014;174(6):899-909. doi:10.1001/jamainternmed.2014.1053.
Tener presente que:
ResponderEliminarEl Celexa es una marca del Citalopram.
El Zoloft es una marca de la Sertralina.
El Prozac es una marca de la Fluoxetina.