sábado, 28 de enero de 2012

La neuroestimulación, opción fundamental para mejorar la calidad de vida de pacientes con dolor crónico incapacitante

La neuroestimulación analgésica surgió en los años sesenta con el objetivo de disminuir el dolor, aunque se conoce que los antiguos egipcios ya trataban el dolor con peces productores de descargas eléctricas. Una revisión publicada en Revista de Neurología confirma que la neuroestimulación es una técnica segura, reversible y muy útil ante un dolor agudo. Los pacientes adecuados para este tipo de tratamiento son aquellos con un historial largo de dolor y que no han respondido a ciertos tratamientos de larga duración.
Las principales técnicas de neuroestimulación analgésica son la estimulación de nervios periféricos, la estimulación medular crónica, la estimulación cerebral profunda y la estimulación motora cortical. Los procedimientos pueden variar, pero en todos ellos las principales ventajas residen en los escasos efectos secundarios y en porcentajes de respuesta mayores del 50% en muchos casos.
El objetivo final de estas técnicas es reducir el dolor crónico incapacitante a niveles tolerables por el individuo, de modo que pueda obtener una mayor calidad de vida y más productividad.
Torres CV, Sola RG. Rev. Neurology.

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