martes, 1 de febrero de 2011

El déficit de vitamina D se asocia al riesgo de muerte por enfermedad CV

Alcanzar los niveles de vitamina D en el individuo no sólo previene la aparición de una afección ósea, sino que también puede frenar el desarrollo de patologías cardiovasculares y reducir la mortalidad en aquellos pacientes que las sufren. Tal es el caso de hipertensión, diabetes, ataques cardiacos e incluso ictus, que pueden ser consecuencia de esta situación y que, sin embargo, no son tomadas en cuenta por los pacientes cuando se alejan de las cantidades diarias recomendadas de esta vitamina y no hacen nada para evitarlo. Éste es uno de los mensajes principales que se extrajeron de la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (AHA, en sus siglas en inglés), celebrada la semana pasada en Chicago (Estados Unidos), en la que se presentaron nuevos estudios que sugieren esta asociación.
Científicos de la Universidad de Kansas (Estados Unidos) llegaron a esta conclusión después de analizar a una cohorte de más de diez mil pacientes, entre los que encontraron 7.665 situaciones de déficit. En todos se demostró un riesgo mayor por causa cardiovascular, "independientemente de otras comorbilidadades, como diabetes, hipertensión, enfermedad arterial coronaria y miocardiopatía", explica a CF Matthew Good, autor del estudio.
RECOMENDACIÓN DE LA FDA
La agencia americana del medicamento, FDA, recomienda la ingesta de 1.000 unidades de vitamina al día o, lo que es lo mismo, más de 30 nanogramos, y en el trabajo "los pacientes apenas alcanzaban los 24", matiza. En este sentido, cabría hacer una recomendación de la ingesta de suplementos que al menos alcanzasen mil unidades diarias.
Acorde con esta opinión se muestra Charumathi Sabanayagam, de la Universidad de Morgantown, en Virginia (Estados Unidos), y autora de una investigación que analizó a 9.215 pacientes mayores de 20 años y comprobó que aquéllos con déficits de vitamina D presentaban un riesgo elevado de sufrir prehipertensión. "La población no es consciente del peligro al que se expone". Por ello, aconseja que la suplementación debe acompañarse de ejercicio físico que reporte "vitalidad al corazón".
HIPERTENSIÓN E ICTUS
Un tercer trabajo, elaborado por el profesor Charles B. Eaton, de la Universidad de Borrow, en Providence (Estados Unidos), añade nuevas evidencias al respecto. En esta ocasión, su estudio analizó las causas de muerte en un grupo de mujeres postmenopáusicas. La principal conclusión fue que los niveles bajos de vitamina D estaban asociados a niveles altos de muerte por enfermedad cardiovascular y otras causas. Sin embargo, "los riesgos parecían reducirse bastante una vez se analizaban los factores cardiovasculares, siendo la circunferencia de la cintura el más importante", analiza.
Estudios anteriores habían demostrado que la relación entre niveles bajos del nutriente y esta enfermedad eran más frecuentes en personas de raza blanca que negra. Curiosamente, un nuevo trabajo realizado por investigadores de la Universidad de Medicina Johns Hopkins de Baltimore, Maryland (Estados Unidos), analizaron a 7.981 adultos y encontraron que los blancos con carencia de la vitamina tenían un riesgo dos veces mayor de morir de ictus. Además, cerca del 32 por ciento de los sujetos de color tenía déficit de vitamina D, frente al 7 por ciento de los blancos. Sin embargo, los primeros no presentaban un riesgo tan alto de sufrir ictus, algo que puede ser debido a que la raza negra tiene una resistencia natural a los efectos negativos del déficit y que también podría explicar la menor frecuencia de fracturas óseas.
El sol sigue siendo la principal fuente: La principal fuente de vitamina D continúa siendo la exposición solar, pero dependerá de la situación geográfica y del estilo de vida que lleve cada individuo para alcanzar los veinte minutos de sol que recomiendan los nutricionistas. De hecho, la creencia popular de que España es un país mediterráneo con muchas horas de sol tampoco ayuda: en los países escandinavos, donde apenas hay sol, los niveles de vitamina D son mejores, porque la población toma alimentos fortificados, algo que en España no ocurre.
Tomado de Diario Médico.

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