martes, 28 de mayo de 2013
En la mira Fármacos Antiosteoporóticos
Los medicamentos para la osteoporosis han sido objeto en abril de dos comunicaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). A la retirada de la calcitonina intranasal (ver información inferior) le ha seguido la vinculación del ranelato de estroncio con el infarto de miocardio, y antes fue el turno de los bifosfonatos. Los expertos, al tiempo que señalan la eficacia del arsenal, reconocen que las alertas sobre seguridad habrían propiciado un uso más racional e individualizado de la farmacoterapia.
La última se refiere al ranelato de estroncio, comercializado por Rovi y Servier como Osseor y Protelos. Según el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia europeo, los datos de los 7.500 participantes en ensayos clínicos muestran un incremento del infarto de miocardio, aunque no de la mortalidad, por lo que ha pedido una revisión de su perfil de su balance beneficio-riesgo, que tendrá en cuenta el incremento de tromboembolismo venoso y de reacciones dermatológicas apuntado el año pasado.
"Todos estos hechos ponen de manifiesto la importancia de la Farmacovigilancia y del reanálisis constante de su uso en la práctica clínica", resalta la portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, Pilar Aguado. La información publicada hasta la fecha permite pensar que los riesgos podrían superar los beneficios, advierte.
A la espera del dictamen de la EMA, la Aemps recomienda restringir su uso a pacientes con osteoporosis severa y alto riesgo de fracturas, excepto si hay antecedentes de cardiopatía isquémica o enfermedad arterial periférica, o cerebrovascular, o hipertensión arterial no controlada. Aguado apunta que precisamente la indicación de osteoporosis severa se corresponde con las situaciones en las que más eficaz se ha mostrado este medicamento, como se desprende de trabajos como el Tropos.
Sin embargo, y dado que la edad es el principal factor de riesgo cardiovascular y de las comorbilidades asociadas, las nuevas recomendaciones van a reducir la extensión en el uso de este medicamento, apunta Jenaro Graña Gil, del Servicio de Reumatología del Hospital Quirón de la Coruña.
Antes de la calcitonina y el ranelato de estroncio fueron los bifosfonatos, los medicamentos situados en la primera línea de tratamiento, los vinculados, en los tratamientos a largo plazo, con osteonecrosis mandibular y, sobre todo, con fracturas atípicas de fémur. Aunque sería un efecto infrecuente, Graña expone que ha favorecido el que no se prolonguen de forma indefinida las terapias.
Para el reumatólogo Enrique Casado, de la Corporación Sanitaria Parc Taulí, de Sabadell, estos acontecimientos habrían motivado el que se esté "racionalizando" la terapia farmacológica de la enfermedad, y "tratando a los pacientes que realmente lo necesitan". Y mientras que la calcitonina había caído en desuso, entiende que los bifosfonatos y el ranelato de estroncio se seguirán prescribiendo, "pero teniendo el cuenta el riesgo-beneficio"
Así lo entiende Aguado, que por lo ocurrido ha propiciado "que la decisión de instaurar el tratamiento farmacológico se base en una cuidadosa estimación individual del riesgo de fractura y en la identificación de aquellos pacientes que se beneficiarán realmente de la intervención farmacológica". El conocer las limitaciones de algunas terapias favorece un mayor esfuerzo "en saber en qué momento de la historia natural de la enfermedad el riesgo global del paciente es suficientemente relevante para iniciar un tratamiento adecuado".
Aun con todo lo anterior, los expertos lanzan un mensaje de tranquilidad y afirman que la información disponible permite actuar con seguridad en la prescripción de medicamentos para la osteoporosis.
Tomado de: Diariomedico.com
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