Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte de España, de ahí la importancia de llevar a cabo una correcta prevención tanto primaria como secundaria con las personas que presentan factores de riesgo o han sufrido un evento de este tipo, como un infarto de miocardio o un ictus isquémico. En este sentido, la aparición de la Polipíldora Cardiovascular CNIC desarrollada por Ferrer y el CNIC que contiene tres principios activos -atorvastatina, ácido acetilsalicílico y ramipril- supuso todo un hito en el ámbito de la cardiología y fue la primera aprobada en Europa para la prevención secundaria cardiovascular.
Ahora, gracias al estudio NEPTUNO, el primer estudio clínico de vida real
con pacientes tratados con este fármaco, se ha podido confirmar de forma
fehaciente los beneficios del tratamiento, tal y como venían comprobando los
especialistas. Entre otras conclusiones, la investigación apunta a que el
riesgo de presentar un evento CV es un 22% más alto en el grupo de pacientes
tratados con los monocomponentes por separado que con la Polipíldora CNIC.
Pero, además, ha confirmado otra serie de beneficios relacionados con factores
de riesgo cardiovascular.
El estudio se ha llevado a cabo, en España, durante dos años de seguimiento
y en un total de 6.456 pacientes, de los cuales, la gran mayoría habían tenido
un accidente cardiovascular previo y algunos incluso dos. El objetivo era
comprobar la efectividad de la polipíldora en la incidencia de eventos adversos
cardiovasculares mayores en pacientes en prevención secundaria en el contexto
de la práctica clínica habitual. Los expertos que han llevado a cabo la
investigación, también han evaluado otros aspectos como la efectividad sobre
factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial y el perfil
lipídico. Por último, también se analizaron otros factores como el seguimiento
del tratamiento por parte de los pacientes y los costes de los recursos
sanitarios.
Mediante un emparejamiento por propensity score matching (PSM por sus
siglas en inglés) se obtuvieron cuatro grupos de pacientes con iguales
características: uno tratado con la polipíldora cardiovascular del CNIC y otros
tres grupos similares pero que estaban recibiendo los mismos componentes por
separado, fármacos equipotentes o cualquier otro tratamiento.
Los resultados, además de demostrar una disminución del riesgo de sufrir
eventos cardiovasculares mayores en los pacientes tratados con la polipíldora
CNIC en comparación con los otros grupos de seguimiento, también concluyen -lo
que ha supuesto una sorpresa- que los pacientes que han seguido la terapia
mostraron un mejor control de los factores de riesgo cardiovascular -como la
presión arterial y el perfil lipídico (colesterol total, colesterol LDL,
colesterol HDL y triglicéridos)- además de una mayor persistencia al
tratamiento. También reduce la demanda de recursos sanitarios especialmente en
días de hospitalización del paciente, puesto que tienen una menor incidencia de
eventos cardiovasculares y necesitan menos visitas médicas.
Actualmente se está llevando a cabo el estudio SECURE (en inglés, SEcondary
prevention of CardiovascUlaR disease in the Elderly), que podría confirmar que
la polipíldora CNIC es una estrategia clínica útil, como terapia de base, para
reducir la incidencia de nuevos eventos cardiovasculares y mejorar el control
de los FRCV en los pacientes en prevención cardiovascular secundaria.
Ferrer. Diario Médico. Mié,
15/12/2021 - 09:00
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