La jornada Cirugía sin
Sangre, organizada por el Hospital de Manises (Valencia), ha puesto de
manifiesto que este abordaje está ya plenamente maduro y brinda excelentes
resultados en cuanto a supervivencia y recuperación, además de menores tasas de
complicaciones y tiempos de hospitalización.
Según ha explicado a Diario
Médico Aryeh Shander, del Hospital de Englewood en Nueva Jersey (Estados
Unidos) y uno de los máximos exponentes internacionales en este tipo de
técnicas, "con el paso de los años hemos observado dos situaciones: en
primer lugar, que la supervivencia es muy buena; y en segundo lugar, que cada
vez son más los hospitales que abren sus puertas a este tipo de terapia".
Shander, que ha impartido la
ponencia magistral de la jornada, ha añadido que "estamos apreciando que
aquellos pacientes tratados sin sangre presentan resultados igual de buenos y,
a veces, incluso mejores". Ha hecho hincapié en que para que se produzcan
estos resultados, la indicación y el manejo deben ser multidisciplinares (hematólogos,
anestesiólogos, cirujanos...) y coordinados en las diferentes técnicas y
protocolos establecidos, incluyendo al propio paciente.
Formación
Eva Romero, jefa de servicio
de Anestesiología y coordinadora del Programa de Gestión de Hemoderivados del Hospital
de Manises -puesto en marcha a mediados de 2012-, ha coincidido en resaltar ese
enfoque, señalando además que "la formación de los profesionales en
técnicas mínimamente invasivas" es esencial.
En este sentido, la
preparación del paciente también es fundamental: "Si se le prepara bien
podemos conseguir cifras más altas de hemoglobina antes de la cirugía
programada, lo que evita la necesidad de una transfusión", ha apuntado
Romero.
Asimismo, es necesario
contar con dispositivos y tecnologías que contribuyan al proceso. Manises
dispone de varios recuperadores peri-quirúrgicos, un sistema que recoge la
sangre que el paciente pierde en el transcurso de la intervención y la filtra
para poderla trasfundir a continuación con mínimo riesgo.
Respecto a las indicaciones,
Shander ha señalado que "son muchas" e incluyen atender a pacientes
"para quienes la sangre no es una opción", ya sea por motivos
religiosos o médicos (presencia de anticuerpos, situaciones donde la sangre no
está disponible -operaciones o intervenciones militares o civiles que sufren
accidentes muy lejos de un centro hospitalario- o cuando hay una contaminación
de la misma).
Desde una perspectiva más
organizativa, Romero ha comentado que la cirugía ortopédica mayor "es la
que permite más abanico de posibilidades", ya que posibilita un abordaje y
recuperación con previsión.
Extensión
Shander ha hecho hincapié en
que hay que abrirse más a este tipo de abordaje, ya que "nadie quiere una
transfusión, sino que se transfunda sólo cuando sea necesario". Romero ha
señalado que en nuestro país existe cada vez una mayor concienciación, "no
solo por las dificultades de obtener hemoderivados, sino porque cada vez
estamos más convencidos de sus posibilidades".
El experto estadounidense
también ha comentado la importancia de seguir en la buena línea de progreso,
para lo cual es necesario afinar las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas
y reducir sustancialmente la sangre que se toma de los pacientes para las
pruebas.
Desde la puesta en marcha de
su programa de Cirugía sin Sangre a mediados de 2012, el Hospital de Manises ha
realizado más de 400 intervenciones de este tipo, siendo muchas de ellas de
alta complejidad como disecciones aórticas o recambio de prótesis de corazón en
pacientes con necesidades especiales.
De hecho, el centro logró un
hito en cirugía ortopédica el pasado ejercicio al intervenir una escoliosis
idiopática sin necesidad de que el paciente recibiera hemoderivados durante y
tras la operación. Se trató de un éxito sin precedentes, ya que en el 99 por
ciento de las operaciones de este tipo es preciso transfundir, al menos, tres
litros de sangre.
Por todo ello, los
especialistas del centro hospitalario calificaron esta intervención como
"una de las cirugías de manejo sin sangre más complejas realizadas por el
centro hospitalario". En concreto, la intervención se desarrolló a lo
largo de seis horas por un equipo formado por dos cirujanos, dos
anestesiólogos, un neurofisiólogo, dos enfermeras, un técnico de radiología y
una auxiliar de enfermería.
Diario Medico.com [en línea]. [Consultado
el 03 de noviembre de 2015] Disponible en:
http://cirugia-general.diariomedico.com/2015/11/02/area-cientifica/especialidades/cirugia-general/la-cirugia-sin-sangre-alcanza-la-madurez
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