El arsenal de medicamentos para el tratamiento del dolor acaba de crecer en Estados Unidos. En un país asolado desde hace años por la crisis de los opioides, la reciente aprobación por parte de la agencia reguladora FDA de la suzetrigina (Journavx, de Vertex), ha despertado una gran expectación al suponer una alternativa más segura a estos fármacos y, de momento, sin sospecha de potencial adictivo.
El nuevo fármaco oral ha sido aprobado para el tratamiento
del dolor agudo de cualquier tipo, de moderado a severo. Es la primera novedad
en analgesia en 20 años.
La suzetrigina es un medicamento, primero de su clase,
inhibidor selectivo del canal de sodio NaV1.8. Actúa sobre esta vía de
señalización del sistema nervioso periférico, e impide que las sensaciones de
dolor lleguen al cerebro.
En realidad, el fármaco bloquea los canales de sodio de
forma similar a los anestésicos locales, como la lidocaína. Sin embargo, al
actuar específicamente sobre este canal, localizado en las neuronas
responsables de transmitir el dolor, alivia solo el estímulo doloroso y evita
efectos secundarios, ya que no afecta a otras percepciones, como la presión o
el tacto, explica Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología en la
Universidad Rey Juan Carlos y vicepresidente de la Sociedad Española de Dolor
(SED).
El farmacólogo ejemplifica la diferencia entre suzetrigina y
lidocaína con el efecto habitual de este anestésico administrado en la consulta
del dentista. Tras una intervención dental, recuerda, es habitual que el
paciente se muerda la lengua, porque no la siente: "No solo se bloquea el
estímulo doloroso sino otro tipo de estímulos, lo que no sucede con este
medicamento", señala.
El mecanismo de acción específico de la suzetrigina le
permite la administración oral, aclara Goicoechea. "La lidocaína se tiene
que utilizar por vía parenteral, por una inyección en la proximidad del nervio
que se quiere anestesiar, porque si no puede producir otros efectos mucho más
generales. La suzetrigina, como solo actúa sobre las neuronas del dolor, no
afecta a otro tipo de transmisiones nerviosas. Esto hace que, por lo menos en
teoría, sea un fármaco muy interesante y novedoso".
Para el portavoz de la SED, su mecanismo de acción le
permite anticipar que el fármaco va a ser seguro, y no serían esperables
efectos secundarios importantes a nivel central. Indica que "actúa de
forma periférica, como otros fármacos bien conocidos, como el ibuprofeno, pero
en lugar de hacerlo sobre el foco del dolor, interviene sobre la transmisión de
la información dolorosa y frena la cantidad de información que llega relacionada
con el dolor".
Con respecto a la seguridad, el fármaco se asoció a picor,
sarpullido, espasmos musculares y aumento del nivel de creatina fosfoquinasa en
sangre. Está contraindicado el uso concomitante de inhibidores potentes de
CYP3A y los pacientes deben evitar alimentos o bebidas que contengan pomelo
mientras reciban el fármaco.
Alternativa más segura
La suzetrigina destaca por su potencia, pero, sobre todo, en
la comparativa con los opioides, por su seguridad, resalta Agustín Mendiola,
coordinador de la Unidad de Dolor del Hospital Puerta de Hierro y
vicepresidente de la Sección de Dolor de la Sociedad Española de
Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar). "La gran
diferencia radica en los efectos secundarios asociados a los opioides. Estos
pueden causar estreñimiento severo, somnolencia, dependencia, sensación de
mareo y trastornos de la movilidad, especialmente en pacientes mayores. En
cambio, con la suzetrigina, estos efectos no han sido reportados".
Por sus atributos de eficacia y seguridad, Mendiola expone
que en términos de potencia analgésica, el medicamento se situaría en el tercer
escalón de la escala analgésica de la OMS, al mismo nivel que los opioides
potentes; pero por su perfil de efectos secundarios, podría colocarse en el
segundo escalón, junto con los opioides débiles, como el tramadol y la codeína.
La eventual llegada de este fármaco a España sería muy
bienvenida, coinciden los expertos, pero Mendiola alerta que su coste podría
limitar su uso. Pese a los inconvenientes de los opioides, el experto de la
Sedar recuerda que son fármacos económicos, mientras que es previsible que el
medicamento, si consigue ser lanzado en España, se acompañe de un precio
elevado, "por lo que es probable que, en España, su uso se limite a
pacientes intolerantes o alérgicos a los opioides, sin llegar a una aplicación
generalizada".
La suzetrigina supone un cambio de paradigma en el abordaje
del dolor agudo, pero la compañía confía en que su mercado potencial sea mucho
mayor de la mano de futuras aprobaciones en dolor crónico y neuropático. En
estos momentos, se investiga en fase III en neuropatía diabética periférica y
la compañía anunció en diciembre resultados positivos de fase II en
radiculopatía lumbosacra dolorosa, una de las causas más comunes de dolor
neuropático periférico.
Naiara Brocal, Madrid. Actualizado Dom, 09/02/2025
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