España tiene casi el doble de
farmacias que centros de salud y consultorios de atención primaria (AP): 22.198
frente a 13.051 (3.033 centros de salud y 10.018 consultorios locales, algunos
de los cuales abren solo unas horas y no a diario), según los últimos datos del
Consejo General de COF y del Ministerio de Sanidad. Pero esto no va de
enfrentamientos, sino de colaboración. Con estas cifras en la mano y ante las
protestas generalizadas de los médicos, sobre todo, por la alta presión
asistencial, ¿por qué no se cuenta más con las farmacias, presentes en
municipios donde muchas veces son la única autoridad sanitaria?
Farmacéuticos y médicos explican
casos concretos en los que ya están colaborando, más allá de las zonas rurales,
donde suelen hacerlo habitualmente, al tiempo que hablan de una lista de
servicios con muchos puntos suspensivos, que funcionan de forma dispar según
las comunidades autónomas: dispensación excepcional o anticipada -habilitada
solo en Andalucía, pero presente ya en el inminente concierto que se firmará en
Madrid-, indicación farmacéutica (clave en síntomas menores), sustitución de
formas farmacéuticas (no permitido, salvo excepciones), conciliación de la
medicación al alta hospitalaria, participación en cribados, prevención de
enfermedades y detección precoz, ayuda a víctimas de violencia de género,
realización de test -no solo de covid-, elaboración de sistemas personalizados
de dosificación (SPD), revisión de botiquines caseros a pacientes crónicos
polimedicados, seguimiento farmacoterapéutico y diversas formas de colaboración
con Salud Pública, como ya han demostrado durante la pandemia. Pero los
farmacéuticos comunitarios tienen potencial para más.
De hecho, el 80% de los españoles
cree que las farmacias pueden prestar más servicios y 9 de cada 10 reclama una
mayor integración en AP.
En este contexto, Eduardo Satué,
vicepresidente 2° de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y
Comunitaria (Sefac), indica a este periódico que "la farmacia comunitaria
puede y debe complementar las actuaciones realizadas desde el centro de salud,
especialmente las del médico de familia, y también desde el hospital.
Entre los campos de actuación más
relevantes, Satué subraya cinco: dispensación excepcional para resolver
problemas de acceso a medicamentos de los pacientes y riesgos de adherencia
(renovación de recetas...), que obligan al paciente a regresar al centro de
salud con visita al médico; atención protocolizada en la farmacia de síntomas
menores (indicación farmacéutica), con derivación al centro de salud en caso
necesario; vacunación directa en enfermedades transmisibles relevantes, como la
gripe o la covid a adultos; seguimiento farmacoterapéutico encaminado a mejorar
los resultados de salud por el uso de medicamentos, dispositivos médicos y
productos sanitarios (medición de la presión arterial, peso, talla,
colesterol...), y cribados de detección de patologías prevalentes, relevantes e
infradiagnosticadas, sean crónicas (diabetes, hipertensión, dislipemia, EPOC…) o infecciosas (estreptococos, VIH,
cándida, covid-19…).
A su vez, el vicepresidente 2º de
Sefac comenta que "otros países desarrollados han avanzado de manera
decidida a la hora de conferirle un amplio espectro de intervenciones
encaminadas a personalizar y adaptar la medicación al paciente. Por poner
ejemplos, Canadá o Reino Unido permiten que el farmacéutico, en colaboración
con el médico de familia y de forma protocolizada, pueda adaptar la medicación
a la necesidad del paciente, como es el caso de cambiar la forma farmacéutica o
renovar la prescripción para optimizar la adherencia y los resultados de salud.
Rafael Areñas, vicepresidente
tercero del COF de Madrid, que está a punto de firmar con la Administración su
concierto para oficinas de farmacia -con mucha carga asistencial-, subraya la
importancia que tiene el farmacéutico a la hora de dispensar para síntomas
menores. "Hay países donde los pacientes no van a los centros de salud para
patologías menores, sino directamente a las farmacias. Para catarros,
conjuntivitis, infecciones de orina... En Escocia se ha llegado a un protocolo
con un catálogo de medicamentos"; catálogo que incluye hasta algunos
antibióticos, impensable hoy por hoy en España. Y pone un ejemplo: "Una
infección urinaria es una fosfumicina de 3 gramos durante 2 días. No hay mayor
problema en que lo dispensáramos y evitaríamos muchas visitas a centros de
AP".
Javier Castrodeza, catedrático de
Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valladolid y
exsecretario General de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad -entre
otros cargos, añade que "los farmacéuticos somos los que más sabemos de
medicamentos. En otros países incluso prescribimos, y con las guías podríamos
prescribir en síntomas menores, descongestionando AP, como en Reino
Unido".
'Help us-help you': la campaña
británica
El Gobierno de Reino Unido no se
lo ha pensado dos veces y ha recurrido a la farmacia para descongestionar la
atención primaria y hospitalaria. ¿Cómo lo ha hecho? Golpeando en las mentes de
sus ciudadanos con potentes acciones.
A finales de 2022 el Servicio
Nacional de Salud británico (National Health Service, NHS) impactó con una
influyente campaña publicitaria, de M&C Saatchi, para que el paciente acuda
a la farmacia a tratar sus síntomas menores. Así, como si se tratase de una
película de terror, un spot televisivo muestra a diferentes personas en estado
de shock: “¿Algún farmacéutico en la sala?”, grita desquicidada una mujer en
una sala de cine, palomitas en mano, junto a su amiga, a quien le duelen los
oídos. U otra que se levanta, también gritando, de la mesa en la que está
cenando con su pareja, que se halla en pleno estallido de conjuntivitis. O un
padre que necesita un farmacéutico para su hija, que no para de toser...
Ver enlace: https://www.youtube.com/watch?v=FrWETyoEau0&t=19s
Son distintas situaciones en las
que un farmacéutico puede actuar. Es una nueva fase de la campaña Help Us Help
You -de nueve semanas de duración y valorada en casi 30 millones de libras-,
lanzada antes de la pandemia, en febrero de 2019. Es decir, ha llegado a su tercer
año. ¿El objetivo? Incrementar el uso de la farmacia en problemas de salud
menores, como tos, resfriados, dolor de garganta, problemas estomacales, entre
otros, que no requieren cita con el médico de cabecera. Y, en caso de
necesitarla, les derivan.
Para justificar esta campaña, el
NHS se basa en que las farmacias británicas son visitadas por un millón de
personas cada día, dato que en España es incluso mayor (más de dos).
Esta apuesta por la farmacia
comunitaria viene también propiciada por la biografía de Rishi Sunak, primer
ministro británico, cuya madre es farmacéutica y su padre médico. De hecho, en
agosto visitó la botica que su madre tenía en Sothampton, al sur del país,
donde destacó que el haberse criado en un establecimiento como ese, pequeño y
ofreciendo servicios comunitarios, le ha dado unos valores que pretende
transmitir.
Con la vista puesta fuera de
nuestras fronteras, Lorenzo Armenteros, portavoz de la SEMG, indica que el
papel del farmacéutico en España tendría que modificarse: “En otros países
tienen incluso consulta, y aquellos con autorización del Estado y formación
adecuada pueden hasta vacunar. El farmacéutico es un licenciado superior, con
un conocimiento muy intenso de lo que son los fármacos y los productos
farmacéuticos, y debemos aprovechar su potencialidad al máximo para hacer un
mejor y más racional consumo de la sanidad”.
Tomado de Correo Farmacéutico.
Carmen Torrente Villacampa.
Madrid. Lun, 30/01/2023
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