El trabajo por turnos de noche se ha asociado con
un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. En un estudio
publicado en la edición actual de la revista American Journal of Preventive
Medicine, los investigadores encontraron que las mujeres que trabajan en
turnos nocturnos rotativos durante cinco o más años parecen tener un modesto
aumento en la mortalidad por cáncer de pulmón.
Estos resultados se suman a la evidencia previa
de un efecto potencialmente perjudicial de cambios de turno de noche en la
salud y la longevidad.
Dormir y el sistema circadiano juegan un papel
importante en la actividad antitumoral y la salud cardiovascular. Hay evidencia
biológica considerable de que el trabajo por turnos de noche promueve el
desarrollo del cáncer y las enfermedades cardiovasculares, y contribuye a una
mayor mortalidad.
Un equipo internacional de investigadores analizó
los posibles vínculos entre los cambios de turno de noche y la mortalidad por
cáncer en un estudio de casi 75.000 enfermeras estadounidenses registradas.
Utilizando los datos del Nurses Health Study,
encontraron que trabajar en turnos nocturnos rotativos durante más de cinco
años se asoció con un aumento en todas las causas y de la mortalidad.
La mortalidad por todas las causas parecía ser un
11% mayor para las mujeres con 6 o 15 años de cambios de turno de noche. La
mortalidad parecía ser un 19 por ciento y un 23 por ciento mayor para los
grupos, respectivamente. No hubo asociación entre cambios de turno y cualquier
mortalidad por cáncer, excepto por cáncer de pulmón en los que trabajaban en
turnos de noche durante 15 o más años.
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